HISTORIAS VERDADERAS
El año 2000 fue un año realmente espectacular, nosotros nos mudamos con Mirtha y Maycol a Rivera, yo ya había tenido una experiencia anterior maravillosa mucho antes, allá por fines de la década del 70 y principios del 80, cuando llegué en solitario a ser el Gerente de una compañía de ómnibus en aquel momento, una cooperativa de transporte que yo integraba.
Recuerdo haber tenido momentos inolvidables, aprendí mucho e hice muchísimos amigos.
El año 2000 regresamos a Rivera, para mí era algo muy especial, sentí algo en la piel, una química especial que me hacía sentir muy feliz y Mirtha como siempre me seguía los pasos.
Ya teníamos El Bocón desde hacía 4 años en la ciudad de Minas, en el Departamento de Lavalleja, donde había nacido en el año 1996 y este principio del 2000 nos encontraba ampliando el semanario.
Habíamos llegado a Rivera porque mucha gente nos llamaba de distintos Departamentos del país y nos preguntaba siempre lo mismo… “¿ustedes tienen esa revistita que se llama El Bocón?” y les decíamos que sí, todos culminaban en lo mismo, acá en este Departamento hace falta El Bocón.
En todos era el mismo esquema y El Bocón estaba prácticamente individualizado como el que destapaba los tarros sucios del sistema político y todos nos decían que fuéramos allá a poner El Bocón y cuando nos empezaban a comentar lo que pasaba, se reiteraban siempre los mismos esquemas, siempre se hablaba de acomodos, de jodas, de despilfarro, de coimas, de estafas, de maniobras, de fraudes y todo el entorno de los políticos locales. Era lo mismo, solo había que cambiar los nombres y daba exactamente igual.
Resolvimos empezar por Rivera, ir al Norte para empezar a bajar hacia el Sur con el objetivo final de poder estar en todo el país, pero especialmente el objetivo era entrarle a Montevideo, algo tan difícil para un medio gráfico del interior del país, imposible hasta el momento.
En Rivera nos encontramos con viejos amigos e inmediatamente logramos estar en una Radio conduciendo un programa que se llamaba como siempre “Buenos Días, Buena Onda” y a través de la Radio y el semanario que ingresaba comenzó a crecer nuestra popularidad, nuestros conocimientos y contactos en ese lugar.
Iniciamos una investigación que a primera vista no aportaba mucho, pero fue creciendo de tal forma que terminó siendo una de las más importantes que hicimos en el semanario.
El hijo de un Edil enojado con el padre, se acercó a nosotros y nos dio una carpeta con un montón de documentación.
Nos explicó de qué era lo que se trataba y resulta que estaba acusando a su propio padre de gacer un fraude con las boletas que presentaba en la Junta Departamental como Gastos de Representación.
Ahí empezó todo, ahí comenzó nuestra investigación y aportando también un montón de datos de muchas personas que fuimos contactando a través de la documentación que recibíamos… ¿Qué era esa documentación? Eran simplemente las boletas que ése Edil presentaba para cobrar lo que ellos llamaban “su sueldo”, que no lo era, eran los Gastos de Representación que cada Edil tenía derecho a cobrar, pero para cobrarlos tenía que justificar los gastos y ahí empezó toda la trama.
Recuerdo bien que elegí un viaje de 3 Ediles del Partido Colorado que hicieron a Montevideo, logré esa documentación que era realmente increíble, presentaban boletas de combustibles, de hoteles, de restaurantes, de parrilladas, de las cosas más inverosímiles que ustedes se puedan imaginar estaban en esas boletas, inclusive en una de una Estación de Servicio de ANCAP en Durazno aparecía el haber llenado el tanque de combustible a un automóvil a nafta, pero la boleta era por gas oil y después descubrí en otra boleta más en una Estación ANCAP en Montevideo, en 18 de julio y Fernández Crespo, otra vez ése mismo vehículo llenando el tanque, también de gas oil cuando era de nafta, pero tenía una particularidad increíble, las dos boletas tenían el mismo día y la misma hora, es decir que ellos pretendían hacer creer que habían estado con un automóvil naftero llenando el tanque en Durazo y Montevideo con gas oil, el mismo día y a la misma hora.
Sé que ahí era brutal la estafa. Luego fui recorriendo cada una de las facturas, fui a un hotel donde presentaban haber pernoctado en Montevideo cerca de Tres Cruces, a unos 150 metros nada más y resulta que ahí nunca habían estado. Jamás habían estado ahí, ninguno de los 3 Ediles.
Lo mismo me pasó con una parrillada en la calle Colonia y Minas, donde presentaban facturas de comidas de precios desorbitantes porque les decían simplemente “hacémela por tanto” y ahí agarré la punta de la madeja y seguí con toda esta investigación hasta lograr enterarme de que había una verdadera industria de las boletas y que el Partido Nacional, con una Secretaria de la bancada del Partido Nacional de apellido Álves administraba las boletas que tenía en blanco, o sea que llenaban todas las boletas y se las daban a los Ediles para que presenten y cobren sus Gastos de Representación.
Inclusive más les digo, gran parte de ese dinero iba al Partido Nacional para bancar los comités, así lo decían.
Esta investigación llegó al Juzgado Letrado de Rivera, donde el Juez en aquel momento, el Dr. Federico Álvarez Petraglia, actuó en forma excepcional, cumplió con su deber, no perdonó a nadie y terminó procesando a 26 Ediles del Partido Colorado y del Partido Nacional por delito continuado de estafa.
Fue algo increíble, tuvo un impacto mayúsculo a nivel Departamental y Nacional.
¿Se imaginan ustedes lo que representó que 26 Ediles sean procesados con prisión?
O sea que fueron a la cárcel, tuvo un impacto increíble, inclusive en un momento dado, las vinculaciones políticas imagínense ustedes cómo volaban por todos lados, lograron que lleguen a los Ediles, menos a las dos mujeres Ediles de la Cárcel Departamental a la chacra policial, que era un lugar totalmente diferente, estaban como en su casa y programaron para festejar el traslado ahí los Ediles un gran asado, vecinos del lugar denunciaron a Radio Rivera que iban a hacer un asado y el Jefe de Policía no tuvo más remedio que reintegrarlos a la Cárcel Departamental, pero les hicieron un apartamento especial arriba de la Seccional 1era, que estaba pegada a la cárcel, donde pasaban como reyes, donde los visitaban permanentemente y no les faltaba absolutamente nada.
Lo increíble, lo curioso, lo impensado, es que a medida de que iban saliendo de la cárcel, algunos 2 o 3 meses, se reintegraban a la Junta Departamental de Rivera, siguieron siendo Ediles Departamentales como si nada hubiera pasado.
Fue una de las investigaciones más profundas que hicimos, donde logramos dejar en evidencia una verdadera estafa pública, pero que lamentablemente una vez más el sistema político profesional logró que esas personas hasta el día de hoy sigan siendo Ediles e inclusive Directores Municipales en muchos casos, uno de ellos que fue preso terminó siendo inclusive Director de UTE, estas son el tipo de cosas que están pasando lamentablemente en nuestro país, la impunidad es tan, pero tan grande y mayúscula que muchas veces te dan ganas de largar todo porque parecen invencibles.
26 Ediles presos por fraude que volvieron a ser Ediles y volvieron a estar colgados de la teta del Estado…