Luis Lacalle Pou siempre estuvo afiliado al marketing para sus campañas electorales, y ahora siendo presidente, sigue el mismo camino.

Y siempre le ha dado resultados positivos.

Incluso durante la pandemia, fortaleció las técnicas que sus asesores de la agencia le preparaban.

Dicen que es un muy buen alumno, que aprende e interpreta cada una de las acciones que debe cumplir.

Han sido muchas las promesas incumplidas de su campaña electoral.

Las presuntas conferencias de prensa durante la pandemia fueron realmente impecables, mostrando claramente su excelente desempeño.

La detención de su jefe de seguridad, un tonto sorpresiva, puso en emergencia su imagen.

Desde la primera conferencia sobre ese tema, donde se declaró “sorprendido igual que ustedes”, el presidente intentó salir de una zona confusa.

La fiscal Fosatti sorprendió a todos, declarando públicamente, incluso antes de tomarle declaraciones al presidente, que Luis estaba sorprendido porque le fallaron, alguien de su confianza le había frustrado.

Todo el caso Astesiano fue muy difícil para el presidente Lacalle Pou, pocos pueden justificar que no estuviera enterado de lo que estaba pasando.

El abrupto acuerdo de una condena de 4 años y medio, puso un punto final.

El audio de la fiscal Fosatti diciendo que todo era una joda, muy grande, que involucra a gente muy importante, dejó un manto de horror.

¿Ella no se iba a inmolar?

¿Qué quiso decir?

La agencia trabajaba intensamente para sacar de la agenda diaria a Astesiano.

El gran recurso, bajar impuestos.

Arbeleche no quería dejar de recaudar, pero, hubo que resignar 150 millones de dólares y eligieron el IRPF y el IASS.

No es nada esa cifra en el presupuesto del Estado, significa por ejemplo, lo que nos sale únicamente el Palacio Legislativo en un solo año.

Es lo que se invierte en publicidad oficial.

Ahora le sumamos el regreso de su familia en breve, ya Astesiano suena lejos y con una simple frase, dio por terminado el tema, “la justicia habló”.

Todo marketing profesional, que da resultados.

Mientras tanto las promesas incumplidas, siguen sin miras de llevarlas a cabo, con un simple “me hicieron ver”, quedó atrás no aumentar combustibles, ni tarifas, ni la edad de jubilación.

La agencia sigue creando, y las selfie, sigue saliendo.

 

 

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