¡ESTÁ PROHIBIDO ENTREGARSE!
Es como cuando hace muchos años atrás, veíamos que dos personas en la vía pública o en el estadio mirando un partido se agarraban a las trompadas y nadie se metía.
Siempre fui de meterme, de ir a separar, de intentar de que tomen conciencia que estaban cometiendo un grave error y que podían arrepentirse toda la vida de tomar esa postura.
Hace unos pocos días atrás, en la esquina de las calles Juncal y Bartolomé Mitre en la Ciudad Vieja de Montevideo, dos taxistas discutieron por un encierro en el tránsito y uno de ellos furioso se bajó de su vehículo y comenzó a golpear con sus puños al otro conductor del auto de alquiler.
Mucha gente miraba y nadie hacía nada mientras los golpes en la cara del taxista se repetían uno tras otro llenos de furia.
En un segundo resolví intervenir y con voz fuerte y segura grité al agresor mientras lo tomaba de su cintura para sacarlo de su ataque despiadado a su colega.
Le recordé a su familia, le dije que venía la policía para el lugar, que iría preso perdiendo su trabajo y el hombre reaccionó permitiendo que mis fuerzas fueran más potentes que las suyas y se subió a su taxi para retomar su marcha lentamente no sin antes proferir insultos a su agredido que se mantenía sentado en su auto ensangrentado en su rostro. Sin dudas que cuando me di cuenta había más de 100 personas haciendo un círculo en el incidente callejero, pero nadie se metía, todos miraban en silencio.
En Uruguay vivimos hace años en el mundo del famoso “NO TE METÁS”, que a mi modesto entender es uno de los responsables directos de tantas cosas que han cambiado y precisamente para mal. En los últimos 35 años, luego de la dictadura cívico – militar que sufrimos, los uruguayos estamos siendo sometidos por políticas económicas erróneas, estamos sufriendo uno de los males más terribles del país que se llama CORRUPCIÓN y la población mayoritaria honesta y que tiene el deseo de vivir en este país sin pensar en emigrar y hacerlo en forma digna, hace como esas cien personas aglomeradas junto a los dos taxistas que se agredieron en la Ciudad Vieja.
Miramos, solo miramos y permitimos que nos roben nuestro futuro y el de nuestros hijos. Digo que la mayoría de los ciudadanos honestos, que por suerte sigo pensando son la mayoría ante una minoría tan corrupta como nuestros gobernantes de turno que amparados en su sistema político, han sido los cómplices perfectos.
Población corrupta y gobernantes deshonestos es el cóctel preparado que nos ha llevado a esta triste y deprimente situación en que hoy transitamos los uruguayos.
Y seguimos afiliados al NO TE METÁS, ha sido una constante en esa masa de población dormida que no reacciona. Uno de los motivos principales por lo cual hasta hoy se mantenía una cierta esperanza, es la llegada al poder de gobernar de una nueva fuerza política de izquierda que ganó en las urnas y luego de más de 30 años de promocionar un discurso hermoso y concluyente a los Partidos Tradicionales.
Habiendo obtenido una mayoría absoluta legislativa, en forma poco creíble ha sido inútil a la hora de realizar los grandes cambios propuestos en su discurso político.
Personalmente no voy a seguir afiliado al NO TE METÁS y voy a participar fervientemente junto a los uruguayos honestos, a los compatriotas que sin mirar un color político determinado se sientan como uno, con ganas de cambiar las cosas, de unirnos para ser escuchados.
Es por eso que comenzamos a unir personas, a organizar nuestra lucha y que aquellos que siempre estuvimos mirando desde afuera tanta corrupción, tanto robo, tanta coima, tantos acomodos, a partir de ahora, nos plantemos juntos y podamos con nuestra presencia en todo el país decir BASTA.
La situación actual, con pandemia y un gobierno muy preocupado en que no se apaguen los motores de la economía, es muy difícil.
Muchos compatriotas están pensando en emigrar, y no lo han hecho porque el virus está en todos lados y es realmente un peligro dejar tu país hoy en día.