¡DESDE PAYSANDÚ!

“Al límite del desgaste” y afectados emocionalmente, trabajadores del hospital y la mutualista reconocen agotamiento y reclaman más personal…  

 

AGOTADOS:

No damos más. Estamos cansados, agotados. Con la misma incertidumbre que hay en el resto de sociedad pero nosotros viviéndolo desde el lado de adentro, en la diaria, recibiendo y sufriendo la desesperación de la gente, intentando evitar que se armen aglomeraciones de personas que piden atención. En eso estamos ya hace más de un año y la verdad que en el último tiempo es cuando más estamos sintiendo ese cansancio”, dijo Mariza Gómez, presidente de la Comisión Paysandú de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP). La misma situación reconocen los empleados de la mutualista: “la gente está agotada, las personas que trabajan en el área covid cumplen 12 horas prácticamente todos los días”. Pero además del desgaste físico hay una clara afectación en el plano emocional. “De los pacientes que ingresan al CTI Covid el 60% fallece y eso es espantoso, esa situación de que la familia no los pueda ver, de la incertidumbre de cada caso. Nosotros no somos indiferentes, no somos personas sin sentimientos, todo eso se va acumulando y nos hace daño”, enfatizó Ana Gaye, presidente de la Asociación de Empleados de Comepa (AECO).

 

“AL PUNTO LÍMITE DEL DESGASTE”

 

Gómez aseveró que “el personal tiene la capacidad de trabajar en la salud”, destacó la formación y el compromiso con la tarea así como que haya funcionarios “con muchos años de experiencia” pero reconoció que “nadie está preparado para lo que genera la pandemia, no estamos acostumbrados. Es muy difícil porque continuamente la situación va cambiando, continuamente cambian los protocolos, todo el tiempo estamos buscando otras salas para poner más camas para atender casos de Covid. Todo eso se sufre y se vive una incertidumbre continua. Es una adrenalina permanente porque no sabés qué viene al otro día”, sostuvo. Hizo notar que más allá de la actividad laboral, “tenemos familia, estamos preocupados por los que les pasa, por no contagiarnos y no llevar el virus a nuestros hogares”, todo lo cual “genera un nivel de estrés muy importante”. “Estamos llegando como al punto límite del desgaste”, afirmó la dirigente y opinó que el Estado debe atender la salud “como la prioridad que es porque esas carencias se van a notar cada vez más. Hay que hacer un cambio, no estamos bien como salud”.

Dijo que la emergencia hace especialmente evidente “una necesidad que venimos denunciando hace más de 20 años” y que refiere a la falta de trabajadores, a la necesidad de incrementar la plantilla. “Ahora, con pandemia, seguimos trabajando prácticamente con el mismo  número de compañeros de hace 20 años, que es insuficiente, pero ahora con el trabajo multiplicado” y sin que exista voluntad para que ingresen nuevos funcionarios.

En la mutualista la situación no difiere sustancialmente. La pandemia evidenció que “no había suficiente dotación de licenciados en enfermería”, especialmente en el CTI. Esto provocó que durante algún tiempo “los enfermeros estuvieran trabajando sin supervisión de licenciadas, lo que es algo impensable”, sostuvo Gaye. Contó que “después de varias reuniones, idas y venidas, eso se solucionó” pero también reconoció que se incorporó “gente sin capacitación”. En general la carencia termina siendo compensada con la generación de horas extras por el personal más experiente, con el consecuente desgaste. La mutualista también incorporó personal para reforzar el servicio de lavadero.

 

AECO LLEVÓ A LA MUTUALISTA A DINATRA

 

Hace aproximadamente un mes AECO convocó a la patronal a una reunión en la Dirección Nacional de Trabajo (DINATRA) en la que insistió con planteos que había canalizado en ámbitos bipartitos. El gremio reclama que la mutualista aporte la alimentación (almuerzos o cenas y colaciones) a quienes trabajan 12 horas en área Covid “vestidos con esos trajes con los que no podés ni tomar agua y lo más peligroso es quitarse ese traje de manera incorrecta porque es ahí cuando la gente se contamina”, informó Gaye. Al momento el reclamo sigue sin ser atendido.  A pesar de que “en DINATRA les dijeron que tenían que dar un almuerzo o cena, en la media hora los trabajadores reciben un vasito de café con leche, una manzana o una naranja, dos paquetitos de galletitas y una paquetito de mermelada, eso es un almuerzo o una cena”.

 

LA REUTILIZACIÓN DE SOBRETÚNICAS DESCARTABLES

 

No obstante, y en base a “muchas reuniones bipartitas”, se solucionaron “varios problemas”. La dirigente destacó que “después de meses” lograron que la mutualista dejara de reutilizar sobretúnicas que en realidad eran descartables. Para la reutilización se las lavaba pero ese proceso  provocaba un deterioro importante en un material que, básicamente, es desechable. “En el área de Covid se usan sobretúnicas que son de la calidad más inferior y las hacían lavar en vez de descartarlas y la verdad es que se rompían y la gente tuvo que trabajar con sobretúnicas rotas, muy dañadas”, informó para aclarar que últimamente se dispuso que esas protecciones se descarten después de usadas en un turno.

 

FALTABAN TOALLAS

 

La gente que atiende pacientes Covid tiene que bañarse antes de ir a su domicilio y el empleador debe suministrar las toallas pero no habían toallas suficientes y la gente se secaba con sábanas o con lo que encontrara. Eso también se solucionó con más horas de funcionamiento de lavadero”, dijo.

 

PERSONAL SIN CAPACITACIÓN MANEJÓ EQUIPAMIENTO CON OXÍGENO

 

AECO consiguió que la empresa brinde capacitación a las personas que colocan manómetros en los balones de oxigeno, a los que se recurrió porque “el sistema central de oxígeno no da abasto”. Durante algunos meses esa operativa estuvo a cargo de “algunos mensajeros nuevos que subían los balones y los hacían colocar el manómetro, algo que es muy peligroso”.

 

TRABAJADORES DEL HOSPITAL LAMENTAN PÉRDIDA DE ÁMBITOS BIPARTITOS

 

Los trabajadores del hospital reconocen que “el diálogo con la Dirección existe y es continuo” pero lamentan que no se generen “ámbitos en forma integrada, como veníamos acostumbrados”. Gómez cree que la emergencia sanitaria puede ser utilizada como argumento para no viabilizar esos espacios pero sostiene que “si hay voluntad hay otros ámbitos y medios que se están aplicando en todo el mundo, como Zoom, a través de los que se podría trabajar de la misma manera”.

Reconoció que algunos funcionarios manifiestan situaciones de estrés debido a la presión que implica la pandemia pero lamentó no aportar detalles sobre el problema, por ejemplo en cuanto a la cantidad de personas afectadas, porque el gremio “no está siendo convocado para trabajar en comisiones como anteriormente, por ejemplo en los planes de contingencia. Eso nos cuesta mucho porque la palabra del trabajador no tiene esa posibilidad de ser representada o de dar la opinión sobre qué es lo que vemos”.

Si bien destacó la incorporación “de una médica de salud laboral en la institución” lamentó que la comisión temática no funcione, especialmente en esta coyuntura. “Lo que sí se formó fue un equipo de contención psicológica para trabajadores y familiares pero desconozco cómo es la integración porque no tenemos la participación nosotros como representante de los trabajadores. Que quede claro, cuando no te convocan, cuando no te participan es muy difícil saber cómo se hacen las cosas”, concluyó.

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