Por CASTO OCANDO y GERARDO REYES

Desde Miami.-

En un sorprendente giro en el caso de los supuestos agentes no autorizados del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, la Fiscalía federal de Miami reveló que la valija confiscada en un aeropuerto de Buenos Aires con $800,000 no pertenecía a Guido Alejandro Antonini, sino a otro pasajero del mismo vuelo privado.

La revelación está contenida en un documento que anuncia la declaratoria de culpabilidad del abogado venezolano Moisés Maionica, uno de los cinco hombres acusados de actuar en nombre del gobierno sudamericano para presionar a Antonini a fin de ocultar el origen y el destino de la valija.

Por primera vez la Fiscalía exculpó abiertamente a Antonini y lo liberó de responsabilidades en el polémico episodio de la valija.

»El señor Antonini estaba llevando la valija a solicitud de otro pasajero», afirmó el documento de la corte. «El no sabía cuál era su contenido, dado que pertenecía a otro pasajero».

Días después, Franklin Durán, un empresario acusado en la misma conspiración, comentó a Antonini que el individuo que había llevado el dinero a bordo de la aeronave era »el asistente de un alto funcionario de PDVSA [la compañía petrolera del gobierno de Venezuela]», expone el documento.

Los venezolanos vinculados a PDVSA que iban en el avión, que salió de Venezuela y llegó la madrugada del 4 de agosto a Buenos Aires, son Wilfredo José Avila Driet, funcionario de protocolo de la petrolera; Nelly Esperanza Cardoso Sánchez, asesora jurídica de PDVSA; Ruth Beherens, funcionaria de PDVSA en Uruguay, y Daniel Uzcátegui, hijo del vicepresidente de PDVSA en Argentina, Diego Uzcátegui.

El documento dado a conocer sostiene que Antonini fue invitado al vuelo pocas horas antes de partir.

En el marco de la conspiración descrita por la Fiscalía, Maionica es el enlace más importante entre el gobierno de Venezuela y los demás acusados. De acuerdo con grabaciones en poder de la Fiscalía, Maionica alardeó de que su participación en la operación para encubrir el origen del dinero se dio tras una conversación telefónica simultánea con la oficina del entonces vicepresidente de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el director de la DISIP, el general Rafael Briceño Rangel.

Según el documento de la Fiscalía, Maionica, de 36 años, actuó como el enlace entre el gobierno venezolano y Antonini, y coordinó el encuentro del empresario venezolanoamericano con el oficial de inteligencia del ejército, Antonio José Cánchica Gómez, ahora prófugo.

Rubén Oliva, el abogado de Maionica, alegó que su cliente desconocía que necesitaba registrarse ante el gobierno estadounidense como agente de un gobierno extranjero, pero reconoció que esa ignorancia de las normativas no es una defensa.

El Nuevo Herald logró establecer con una fuente muy cercana al caso que Maionica se hallaba de vacaciones con sus hijos en Miami cuando fue contactado por el director de la DISIP para que se reuniera con Antonini.

La misión de Maionica era convencer a Antonini de que nombrara un abogado que lo representara en Argentina, para que le retiraran los cargos y así colaborar con el gobierno de Venezuela en un ardid de encubrimiento del origen de la valija incautada.

Antonini habría exigido una alta suma de dinero por acomodarse al plan de Caracas, presuntamente unos $2 millones, a fin de ocultar que el dinero iba para la campaña de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.

El documento de la Fiscalía federal indicó además que Maionica comunicó a Antonini que PDVSA cubriría los gastos y las multas en las que incurriría si declaraba que el dinero en el maletín era suyo.

Según la misma fuente, Maionica colabora con el gobierno de EEUU en el proceso de desentrañar la madeja de la operación.

 

Nota del Director:

Recordemos que desde Venezuela en tiempos de Chávez, se financiaban las campañas de los Kirchner con dinero en efectivo y las sospechas eran que el Frente Amplio recibió partidas importantes de efectivos, que presuntamente llegaron por el pequeño aeropuerto de Melilla.

Sin duda que con Venezuela los negocios eran mayúsculos, y uno de los detenidos más importantes, secretario de Antonini, declaró bajo juramento en la corte de Miami, que éste (Antonini), tenía un importante contacto con un familiar directo de Tabaré Vázquez o directamente con quién era el presidente de Uruguay.

En nuestro país, nunca avanzaron las investigaciones, siempre se terminó todo en la burocracia de la justicia uruguaya.

Tampoco los negocios de Ancap con PDVSA fueron debidamente investigados.

Una de las tantas cosas que nunca se sabrán en este país bananero, donde el sistema político tiene tentáculos muy grandes en todos los rincones del poder.

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