Habilitar la realización de la Rural del Prado es a mi humilde criterio absolutamente demencial.
En primer lugar decir que la habilitación no fue autorizada, ni sugerida por los tres científicos que asesoran honorariamente al Poder Ejecutivo.
Los tres grandes hombres de ciencia que rodean al presidente desde que comenzó la emergencia sanitaria, no tienen posibilidades de sugerir, autorizar, ni prohibir, eso está claro, pero no estuvieron de acuerdo en que 15.000 personas, ese es lo autorizado como máximo, se puedan juntar en el predio de la rural.
Es mentira que se pueda cumplir un protocolo con tanta gente, es i posible guardar distanciamiento social, ellos lo saben, no se puede, es sencillamente imposible en la práctica.
Mientras tanto no autorizan que el fútbol tenga público limitado de 300 personas como se solicitó y fue negado.
Lo que pasa es que el compromiso con el campo de Lacalle Pou es total, le vendió el alma al diablo para contar con su aprobación como candidato, y ahora tiene que cumplir, la Rural había que hacerla y se hace.
Si están muy nerviosos por el foco de una simple fiesta del día 24 de agosto, es por algo ¿Verdad?
Imaginen ustedes un foco en la rural.
Los compromisos son electorales y económicos, por lo que a pesar de no contar con el apoyo de sus expertos asesores, igualmente hay que hacerlo.
Hace pocas semanas se autorizó una peatonal en la avenida 18 de julio, algo insólito, donde se juntaron 3000 irresponsables a caminar sin tapabocas sin necesidad alguna.
Tanto va el cántaro al agua, que al final se moja.
