Sabiendo que va a traer consecuencias nuestro análisis, igualmente debo decir, que en el Uruguay, ya han pasado muchas experiencias similares, de jovencitos que aparecen en primera división en forma apresurada, hacen un par de partidos buenos, y ya se les califica como “El precio” del futuro.
Me voy a referir a Facundo Pellistri, a quién no conozco personalmente, ni a sus representantes.
Pellistri tiene grandes condiciones, eso no está en tela de juicio, es muy veloz, tiene la condición de pasar rivales con los dos perfiles a la carrera, y…nada más por ahora.
En las inferiores de los aurinegros era desnivelante por su velocidad, eso lo hacía diferente y se destacaba partido a partido.
Cuando fue llevado al plantel de primera, para mí en forma apresurada, se vieron sus condiciones, pero también sus grandes carencias.
Su primera gran carencia, es no saber culminar la jugada. Permanentemente hace una moña de más, y al agachar la cabeza por su gran velocidad con la pelota en los pies, pierde visión de su entorno, y define mal.
Tampoco sabe definir al gol, no patea a la carrera con precisión.
Ha convertido una cantidad muy escasa de goles en primera, pero tampoco generó una gran cantidad de pases de gol (asistencias).
Sin duda que su rapidez, eso de dejar varios rivales en el camino a la carrera, dominando para eso las dos piernas, es lo que deslumbró a muchos.
Los periodistas deportivos, por lo general, arrancan con algo y repiten todos lo mismo.
“Pellistri será el precio del año”
“Ya hay varios clubes europeos interesados en Pellistri”
“Peñarol lo declaró intransferible a Pellistri”
“Peñarol se ha transformado en Pellistri dependiente”
“Hoy no anduvo Peñarol porque Pellistri no pudo desarrollar su juego”
Parece que te quieren hacer creer que es “Pellistri y diez más”.
Y así van armando carpetas, hacen videos muy bien editados, que lo muestran como la nueva “Joya” de Peñarol.
Luego viene la etapa del contrato nuevo, donde el jugador pretende ganar como el mejor del plantel.
Los dirigentes tienen que acceder, fijar una cláusula de salida, y si aparece una oferta, comienzas las presiones para que se haga el pase.
Normalmente son muchos que están a la espera para recibir su parte.
El que lo arrimó al club, el que lo ayudó cuando no tenía un mango, el representante, el contratista que se lleva su comisión, y por último, el club que lo formó. Habría que averiguar si no hay algún periodista, que armó toda una estrategia diciendo que es un fenómeno que sea vea beneficiado.
Muchas veces pasa, hay periodistas, que son más empresarios que periodistas, que en tiempos de elecciones en los club grandes, hacen su “trabajito de hormiga” a favor de uno de los presidenciables.
Casualmente, vemos avisos comerciales nuevos en los programas que los dueños de esos “avisadores”, son casualmente candidatos.
No son todos por supuesto, hay periodistas que son un ejemplo para su profesión y tiene larga trayectoria, pero dos por tres aparecen algunos que son barbilampiños aun, pero tienen dos o tres avisos comerciales abajo del brazo, y de repente, son estrellas en transmisiones deportivas de importantes medios de comunicación.
Y también hay muchos “operadores”, que parecen hijos del maestro Tabárez y su mentiroso proceso.
En fin, ese es el mundo del fútbol, ni más, ni menos, donde los periodistas que van de frente, que no se casan con ningún dirigente o contratista, y además si no pertenecen a Tenfield, terminan luchando para poder estar en un medio, teniendo que pagar espacios para no desaparecer.
Ahora Pellistri irá a un club español de segunda categoría, y allí es donde el jugador se juega su futuro futbolístico.
Dicen que lo mandan para que tome experiencia y se adapte.
Puro verso, ya se dieron cuenta que en el Manchester, no puede jugar ni en la tercera.
Lo compraron antes que pudiera saberse si es bueno de verdad o es del montón.
Recuerden que la venta se hizo “de pesado”, ya que el jugador abandonó la concentración, y su familia, como el representante, fueron los que dieron la orden.
Mucho dinero hay en la vuelta, y todos lógicamente, quieren recibir su parte de la torta.
¿Los del Manchester son nabos?
No, de ninguna manera, pero miren que el dinero le gusta también a los ingleses.