Los lujos del nuevo canciller Bustillo.

El 5 de agosto de 2012 publicaba el diario La Nación de Argentina:
«La Cancillería argentina exigió ayer al gobierno de Uruguay que suspenda la inmunidad diplomática del ex embajador Francisco Bustillo, para que declare ante la Justicia en nuestro país, en una causa por la presunta importación indebida de automóviles».
El canciller Timerman reclamó en aquella oportunidad a Uruguay que «responda afirmativamente al exhorto judicial en el que se solicitó la comparecencia de Bustillo para declarar sobre las informaciones de prensa que lo involucran en supuestos intentos de la empresa Riovia de corromper el proceso de dragado y profundización del canal». El diplomático kirchnerista había dicho también que (Bustillo) «es el único diplomático involucrado cuyo país (Uruguay) no ha otorgado el levantamiento de la inmunidad diplomática para que sea investigado por la Corte Suprema argentina, luego de que el juez interviniente comprobó su participación, como así también la intermediación de firmas fantasmas y adulteración de documentación entre los vehículos pertenecientes al embajador». El comunicado de la cancillería argentina en aquel momento daba cuenta que el 3 de marzo de 2007, el entonces embajador de Uruguay solicitó «dos franquicias para importar sin impuestos dos automóviles Porsche 911, valuados en 98.000 dólares cada uno, en clara contravención» a las normas vigentes. Advierte, además, que «tres años antes habían ingresado al país dos franquicias de vehículos BMW M3 y BMW X5, cuatro autos cuyos diseños distan bastante de los utilizados por el cuerpo diplomático».
En medio de la disputa por el dragado del canal Martín García, una reunión en Río de Janeiro entre el presidente de la república José Mujica y la mandataria Argentina Cristina Fernández había bajado la tensión diplomática.

El diario argentino con fecha 5 de agosto de 2012 había publicado que la voluntad de Mujica es «no hacer olas» frente a la administración de Cristina Kirchner, luego del último encuentro.
Se dijo que Mujica no quiere «mojar la oreja» de su colega argentina ni hacer ninguna movida que sea percibida en la Casa Rosada como un cambio de su comprometida actitud de buena voluntad.
Con  fecha 8 de diciembre de 2010 «La Diaria publicaba: «El canciller uruguayo, Luis Almagro, comunicará al jefe de gabinete de la cartera, Francisco Bustillo, que durante su gestión al frente de la embajada de nuestro país en Argentina no violó ninguna norma para la importación de autos con franquicias diplomáticas. El informe de la auditoría interna de la cancillería argentina sobre este tema, al que accedió la diaria, constata documentación faltante e incumplimiento de circulares, pero no ilegalidad. Almagro ya entregó el 15 de octubre una conclusión similar al ex embajador Alberto Volonté, que había solicitado que se investigara su actuación. Para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay la compra de autos entre los años 2004 y 2007 por parte de funcionarios de la embajada en Argentina utilizando franquicias diplomáticas fue en algunos casos “excesiva” pero no violatoria de normas nacionales ni internacionales (ver la diaria del 30/11). Entre los involucrados están los ex embajadores Volonté (2000-2005) y Bustillo (2005-2010). El primero compró 11 autos durante su gestión (dos en infracción, según el gobierno argentino) y el segundo habría adquirido cinco, según fuentes de la cancillería uruguaya, de los cuales cuatro habrían sido en infracción, según Argentina».
El 7 de agosto el fiscal argentino que llevaba la causa Bustillo había dicho que estaba cerrada aunque el 13 de agosto del mismo año Timerman insistía en que aún estaba abierta y no comprendía porque el gobierno de José Mujica no levantaba la inmunidad diplomática al embajador para que pueda ser investigado en Bs.As.
Lo que no entendemos es porque un controvertido ex embajador uruguayo en Argentina que transitó su carrera entre la compra de autos de lujos y fiestas privadas haya sido designado por el actual presidente Luis Lacalle Pou para sustituir al ministro Talvi. Posiblemente tenga algo que ver su amistad con Alberto Fernández en una época en que el Mercosur está muy devaluado. Esperemos que cumpla con su tarea y no haya que lamentar otro caso más de corrupción en su carrera.
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