Parecería que Francisco “Pancho” Bustillo tiene mucho poder en el Ministerio de Relaciones Exteriores y mucho antes de ser ministro.

Una calidad bárbara tiene el hombre, ya que pasó por todos los colores de gobierno, y en todos cayó parado.

Ahora como Ministro, lo primero que hizo fue acomodar en la embajada donde él estaba, a alguien de su estrecho conocimiento (Ana Teresa Ayala), que había sido nombrada en el Vaticano, sin respetar que después de cinco años en misión en el exterior, estuviera dos años en el Uruguay. El propio Bustillo puso su granito de arena para que su gran amiga Ayala fuera embajadora en el Vaticano.

Pero luego, cuando vino a asumir el Ministerio, inmediatamente movió las fichas para que ella fuera a España, argumentando tener un mejor embajador para El Vaticano.

Esto informaba el prestigioso matutino El País de Uruguay al respecto…

 

El canciller Francisco Bustillo anunció este martes nuevas designaciones para las embajadas de Uruguay en España y el Vaticano. En el primer país —cuyo embajador era el ahora ministro de Relaciones Exteriores hasta hace unos días atrás— la próxima embajadora será Ana Teresa Ayala. Para el Vaticano se eligió a Guzmán Carriquiry. 

Ayala fue directora de la Secretaría General del Ministerio de Relaciones Exteriores. Quien la designó como número tres de la Cancillería fue el entonces ministro Rodolfo Nin Novoa en julio de 2019. Bustillo dijo: «Creemos que va a ser una extraordinaria gestión. Me supo acompañar en 2005-2010 en Buenos Aires. Y también hizo lo propio en España».

En una primera instancia Ayala había sido designada como embajadora en el Vaticano. Sin embargo, el canciller dijo que luego acordaron con el presidente Luis Lacalle Pou «que podía ser más acertado» Carriquiry «por la relación particular» que tiene «con su santidad el papa Francisco».

Publicado en el País.-

 

Ni Bustillo, ni Ayala respetaron los tiempos de regreso al Uruguay, y siempre juntos, inseparables.

Argentina, España y ahora con premio extra para la diplomática que además con la influencia de Bustillo, fue Rodolfo Nin, en un concurso manipulado, que la puso en lugar de privilegio en el Ministerio a su regreso.

Sin duda, Bustillo y Ayala, un solo corazón.

 

SEGUIRÁN LOS FESTINES DIPLOMÁTICOS CON BUSTILLO

 

El ex Canciller Ernesto Talvi días antes de irse, marcó la cancha en cuanto a la austeridad diplomática.

Es lógico que si Talvi y Lacalle Pou coincidieron en bajar el despilfarro de dinero, llegara el momento que se encarguen de parar la mano con las festicholas permanentes que los diplomáticos en sus misiones en el exterior disfrutan.

Los cóctel, las reuniones, las fiestas, las reuniones, los encuentros, llamarles como quieras, millones de dólares que se van año a año.

Estos fueron limitados al máximo por Talvi, pero…llegó Bustillo y dijo sentirse hijo de los cóctel y el despilfarro, incluso queriendo explicar que son necesarios para logros diplomáticos.

Y seguirá la joda, por el lado de las embajadas, tampoco tendremos cumplidas las promesas electorales de la coalición multicolor.

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