¿Qué camino debería seguir una potencial reforma del Sistema Educativo Uruguayo?
Por: MBA, Mag. Ramiro García Pereira.
Repasemos…
En la carta anterior le reclamamos al Sr. Robert Silva, presidente del CODICEN que respetara la vía legal vigente por la cual debería guiarse, para comenzar a discutir el proceso de reforma educativa, que es convocando a un nuevo Congreso Nacional de Educación, como indica la Ley Nº 18.437 en su artículo 44.
Sin embargo, habiendo ya cubierto el reclamo y presentada nuestra denuncia pública en la primera parte de esta Carta Pública, ahora nos toca cumplir con lo prometido en la última parte de la misma, que fue la de presentar los principales problemas que enfrenta la educación uruguaya y algunos posibles caminos para enfrentarlos.
Antes de comenzar, debo especificar, que, para redactar los próximos puntos, se ha consultado la visión de dos expertos de verdad en educación de nuestro país, que se encuentran entre las voces más calificadas sobre el asunto. Pero que tal vez no tengan tanta exposición mediática como otros pseudo expertos en educación, que tristemente son los que llevan adelante la agenda política sobre el tema y son los grandes responsables junto a los medios de comunicación y políticos cómodos, de mantener estancado y con pocas ideas el debate educativo.
Habiendo aclarado lo anterior, los expertos consultados fueron:
El Prof. Mag. Luis Pacheco (experto en gestión de centros educativos) y el Prof. Julio Manuel Pereyra (ganador en dos ocasiones del premio internacional Global Teachers Award, considerado uno de los mejores docentes del mundo).
Un paréntesis.
Los dos expertos consultados, no necesariamente comparten en medida alguna (total o parcial), mi opinión sobre la actitud del Sr. Robert Silva, el gobierno u otras personas a las que pueda aludir, ni tampoco las palabras, expresiones, intensidad o forma en como lo expresé, yo soy el único al que debe responsabilizarse por ello.
Ahora sí, lo prometido.
Basándonos comparativamente con dos modelos educativos extranjeros (el inglés y el israelí) de los que poco se habla a nivel local y que tal vez sean los más adecuados para que Uruguay pueda aprender algunas cosas para mejorar, los principales problemas detectados en la educación uruguaya son los siguientes:
El primer problema que enfrenta la educación uruguaya, es que el actual gobierno, al igual que el anterior, parece tener una idea vaga hacia dónde debe apuntar la educación uruguaya, entendido esto como: ¿qué clase de ciudadanos queremos que forme?, ¿qué clase de competencias necesitamos que los alumnos desarrollen?, ¿qué rol queremos que juegue la educación pública en el futuro de nuestro país?
Aparte de la reforma curricular, ¿qué otras cosas necesitamos mejorar para contar con una educación moderna y a la par de las potencias globales?
Existen no pocas voces, que manifiestan que tal vez el rol de la educación pública no se relaciona con ninguna de las preguntas anteriores y simplemente debe dejarse todo como está, porque la educación uruguaya actualmente cumple con lo que se supone que debe cumplir (vaya a saber uno qué es eso) y por ende no debe tocarse, serán otros ámbitos de la sociedad los que se encarguen de responder a esas preguntas.
Sin embargo, aclaremos dos cosas, lo primero es que no prestaremos atención al nihilismo autocomplaciente, pro statu quo, que se refleja en la postura previa, y tomaremos como guía las preguntas anteriormente planteadas.
Para comenzar a formular nuestras propuestas, partiremos desde la postura que el objetivo de la educación pública es brindar la formación de calidad que les permita a los ciudadanos, en primer lugar, dotarles de las herramientas teórico/practicas desde secundaria, para que puedan cumplir sus sueños sean cuales sean y alcanzando esos sueños, que sean personas útiles a su país, generando bienestar para todo el colectivo.
Lo segundo que dejaremos de lado, es el enfoque «diagnosticista», ya que me atrevería a decir, que existente un exceso de diagnóstico sobre cuáles son los principales problemas que la educación uruguaya tiene.
Peor aún, hay una fuerte y abultada corriente académica que confunde el diagnóstico con la propuesta.
Think Tanks de renombre, académicos encumbrados y por supuesto políticos verborrágicos, suelen aplaudirse entre ellos, mientras dan cifras estadísticas descriptivas básicas y cero propuestas sobre lo que hay que hacer para mejorarlas y en ellos se va mucho dinero, mientras que nadie repara en pensar y generar ideas de verdad.
Pero no caigamos en esa misma postura y pasemos a la acción, principales problemas y potenciales caminos hacia la solución:
1-La forma en la que se enseña: Una imagen que resumen este punto a la perfección, es el encontrar alumnos de matemática en todo el territorio nacional que manifiestan una situación tristemente clásica desde mis días en el liceo, que se les hace memorizar fórmulas matemáticas, casi y de forma sádica, para luego ponerlos a resolver ejercicios aislados y sin un contexto claramente identificable.
No se pueden enseñar cosas disociadas de un contexto de utilidad evidente, no se genera un aprendizaje significativo para el alumno, si no se le explica para qué diablos sirve un conocimiento de la naturaleza que sea, aplicado a la vida real.
John Dewey lo tenía muy claro cuando desarrolló su afamado enfoque del “aprender haciendo”.
2-La falta de investigación y experimentación en nuevos métodos: Necesitamos dejar el énfasis en el diagnóstico de deserciones, estadísticos demográficos y en resultados de calificaciones, que ha tenido mayoritariamente el INEEd hasta ahora, que si bien son cosas muy útiles para saber dónde estamos, no sirven de nada, si no se da un paso más hacia la experimentación de nuevas formas de enseñanza de estrategias didácticas y métodos efectivos de aprendizaje.
¿Cuántos libros creados en Uruguay sobre metodología didáctica y pedagogía se han creado en los últimos años?
Se necesita invertir dinero en crear nuevos materiales en base al fomento de la evaluación e investigación de métodos didácticos y pedagógicos modernos desde Uruguay.
Debemos perderle el miedo al método experimental y comenzar a usarlo acompañado de verdaderas “evaluaciones de impacto”. He visto usar este último término de muy malas maneras. La verdadera “evaluación de impacto” se produce cuando se usa el método experimental para evaluar algo.
3-El modelo de formación docente: el actual modelo de formación docente de tipo “normalista”, que le debemos a Antonio Grompone fundador del IPA, por no querer escuchar a Vaz Ferreira y su propuesta universitaria para formación docente, es el principal problema a resolver.
La formación docente de carácter universitario es un tema fundamental, pero… ¿cómo debe darse?
Se ha discutido la necesidad de una “Universidad de la Educación”, lo cual no es una mala idea, de hecho, es una muy buena.
Pero esta debe de ser una universidad de verdad, creada bajo un modelo universitario probado, como lo es el que se creó en Europa bajo el Plan Bolonia y con docentes universitarios de verdad (no se puede formar docentes universitarios con formadores no universitarios).
Pero ahí no termina el asunto, aparte de crear una Universidad de la Educación de verdad, basada en el modelo europeo de Bolonia. Debe permitírselo a las universidades del Uruguay, públicas y privadas, crear posgrados y maestrías, que les permitan a los profesionales universitarios recibidos, ingresar a la docencia profesional en secundaria y en materias de apoyo en primaria, en paridad de estatus y condición con aquellos docentes formados en la potencial Universidad de la Educación.
Para este punto se sugiere estudiar el caso británico con sus dos caminos de formación docente: de grado (Level 5 Diploma in Education & Training) y posgrado (Postgraduate Certificate in Education (PGCE)) para acceder al estatus de “docente habilitado”.
4-La infraestructura: Si bien es cierto que cada vez existe un enfoque más tendiente a fomentar el método de enseñanza de competencias STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas coordinadas bajo enfoque de proyectos integrales), lo cierto es que falta infraestructura y recursos humanos altamente calificados, en todo el territorio nacional para que se dé efectivamente.
Es necesario poner en diálogo al conocimiento que se imparte en el aula con la realidad práctica.
Que en música se enseñe a tocar un instrumento, que en astronomía puedan los alumnos ver a través de un telescopio y los aprendan a usar, y por supuesto, que tengan acceso a tecnología del diseño y fabricación digital.
El “makers movement” es una corriente mundial de emprendedores y creadores, que quieren vincular a la educación formal con los denominados “FabLabs” (laboratorios de fabricación digital). En este sentido, es que creemos que se necesitan FabLabs en todos los departamentos de Uruguay y planes de coordinación curricular entre materias STEM para que lleven a los alumnos a realizar proyectos integrales a estos espacios, dónde se los vinculó con el ecosistema emprendedor global.
5-Un país desigual: hemos visto empresas tales como Local, PedidosYa, Paganza, Aravanlabs, WoOW, entre otros emprendimientos de alto potencial de crecimiento, han surgido desde Montevideo (y más particularmente desde Pocitos), estrechamente relacionados al ecosistema incubador de la Universidad ORT, que viene haciendo las cosas muy bien como institución educativa para generar casos de éxito de estudio internacional en materia de emprendedurismo.
Necesitamos urgentemente aprender del éxito del modelo educativo de la Universidad ORT, en términos de emprendedurismo exitoso de alto potencial. Sin dudas que han aplicado el probado modelo emprendedor israelí, del cual Uruguay tiene muchísimo que aprender.
Es necesario y vital para el futuro del Uruguay, que todo el territorio nacional cuente con la infraestructura (FabLabs, Usinas Culturales y Espacios de Cowork públicos), formación gratuita y apoyos como incubadoras de emprendimientos y capitales semilla transparentes y profesionales.
Lamentablemente, existen muchos mecanismos de esta naturaleza, pero están viciados por el curro político, lo que perjudica aún más que no tenerlos en absoluto.
6-Los retos de la democracia: es hora de fortalecer la educación democrática desde el liceo, se necesita crear un profesorado especializado en educación política y ciudadana.
La democracia está en riesgo en el mundo y debemos blindarnos de esos problemas mediante una potente y altamente especializada educación política.
En este sentido y acompañado también el punto Nº 5, se deberían habilitar a universitarios calificados, mediante posgrado en formación docente para que se creen nuevas materias en los liceos de: 1- Política, Participación Ciudadana y Globalización, 2- Finanzas Personales y mundo financiero, 3- habilidades emprendedoras, pensamiento creativo y de diseño, y 4- Pensamiento Computacional y Principios de Inteligencia Artificial.
7- Una forma moderna de discutir el futuro de la educación: como se mencionó en la carta anterior, una reforma educativa de verdad debe ser sometida a deliberación ciudadana ampliada, donde todos podamos ser parte y se aseguren los mecanismos para que ello sea efectivo y termine consolidándose.
Por ello es necesario un cuarto Congreso Nacional de Educación, pero muy diferente a los anteriores.
En primer lugar, debe hacerse un llamado internacional transparente, altamente profesional y sin acomodos de ningún tipo, para que expertos uruguayos e internacionales conformen un panel de evaluación y proposición de lineamientos generales para llevar adelante el cuarto congreso.
Los expertos internacionales son necesarios para asegurar la objetividad y el no enviciamiento del proceso, por medio de lógicas sectarias localistas, que son la principal amenaza de toda iniciativa de esta naturaleza.
También son necesarios expertos extranjeros en diálogo con expertos uruguayos, porque no podemos tener un sistema educativo en conexión con el mundo sino dialogamos con el mundo desde el arranque de la reforma educativa.
En segundo lugar, se deben aplicar criterios rigurosos de participación, la idea es que puedan participar todos los ciudadanos que quieran, pero con orden, una metodología unificada y orientados bajo lógica de proyecto, fomentando que se creen equipos de trabajo de forma libre en todo el territorio nacional, pero con un alto nivel de entrada a la discusión.
Para finalizar, queda mucho más por escribir, pero esto es un buen comienzo para aportar a la discusión educativa desde una perspectiva propositiva.