La rendición deroga la ley de medios y varios han puesto el grito en el cielo.
Todos opinan, para bien o para mal, pero todos dicen estar preocupados por la libertad de prensa.
Dicen que al derogar la ley de medios se asegura la libertad de prensa.
Pero yo que soy un viejo zorro del periodismo, me pregunto…
¿Qué entienden por libertad de prensa?
Según dice el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948 vigente:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Según parece, la libertad es total, pero, les voy a explicar la realidad, que no es tan linda.
Los políticos quieren manejar a los medios de comunicación.
Para que les den difusión y para que no les den palo. Así de sencillo.
¿Entonces, qué hacen?
Manejan la publicidad de todos los organismos públicos para “comprar medios y opiniones”.
¿Qué quiere decir comprar medios y opiniones?
Disponer de publicidad de un Ente por ejemplo, en los medios que ellos quieren y las cifras que ellos también disponen.
Ordenes de publicidad para un canal, con cifras realmente importantes y se logra que el director del medio se sienta agradecido.
Hoy en día, muchos medios importantes no podrían seguir funcionando si no tuvieran el aporte de la pauta oficial.
Es decir que dependen de los políticos para seguir manteniendo la empresa.
Dependen, ¿Se entiende?
La dirección baja líneas a los periodistas del medio y entonces esto quiere decir que hay límites.
Hay que cuidar al avisador, a UTE, Antel, OSE, Banco de Seguros, etc.
Hay que darles buena cobertura a los directores que te dan la bendición de entregarte todos los meses una buena orden de publicidad.
Entrevistas muchas, difusión muchas, cobertura de conferencias muchas.
Los periodistas se tienen que cuidar mucho, si hacen una entrevista al presidente de un ente avisador, hay que levantarle centros para que se luzca y ni se ocurra hacer una pregunta que sea molesta para el político.
Muchas veces, periodistas de gran prestigio, nos dan datos importantes de irregularidades o hechos de corrupción.
“Yo no lo digo porque me corren y tengo hijos chicos” me han dicho muchas veces.
El año pasado el Banco de Seguros hizo una campaña publicitaria.
Y nunca vi tantas entrevistas y elogios para Amorín Batlle, su presidente.
Este político que fue puesto ahí como premio consuelo, ya que no logró votos ni para ser diputado, intenta, mediante la plata del Banco de Seguros volver a tener visibilidad para las próximas elecciones.
¿Dónde está la libertad de prensa?
No existe, es una mentira, los periodistas tienen límites que no pueden pasar.
Los políticos llaman a los directores de los medios para quejarse del periodista y éste termina sin trabajo.
En el interior, muchos medios chicos, radios, diarios y semanarios, así como canales y cables locales, reciben su cuota de publicidad de la intendencia que es imprescindible y necesario.
También hay dependencia de la comuna para existir.
La publicidad de un organismo a nivel Nacional llega solamente si tienen la suerte que un director sea de su departamento.
Normalmente el director de Antel o de UTE o cualquier otro, maneja la publicidad para su departamento en exceso con relación a otros departamentos.
He conocido algún Director de Ancap del interior que nunca ha regalado tantas bolsas de Portland a escuelas, clubes deportivos, comisiones vecinales de su departamento.
En Rivera por ejemplo, Ancap en el período pasado donó 100.000 dólares en efectivo para la pista de automovilismo del autódromo Cabrera.
¿Y quién entregó la plata en una gran movida en Rivera que tiene una intendencia Colorada?
El Director de Ancap que representaba al partido Colorado.
¿Entienden no?
Los periodistas de Rivera debieron cubrir todo el acontecimiento, entrevistas al director y al intendente.
¿Dónde está la libertad de prensa?
Pongan la ley que pongan, nunca habrá libertad de prensa si no se controla como corresponde la publicidad oficial, una de las estafas más grandes de los últimos 35 años en el Uruguay.