Ruglio es un crack, es el red del marketing y vende humo con una capacidad que asombra.

No se puede negar que es un Presidente – Hincha, que quiere lo mejor para Peñarol.

Su buen relacionamiento con los juveniles es un plus a la hora de lograr buenos rendimientos y buenas ventas de jugadores en el momento adecuado.

Pero nadie se puede creer que le hayan ofrecido un precio récord para Peñarol por el pase de Torres a Estados Unidos y que les haya dicho que no.

No se lo cree nadie.

A esta altura del partido, el único que está en condiciones de salir es Agustín Canobbio, que su padre lo maneja empresarialmente y sabe muy bien lo que hace. Canobbio ha llegado a un nivel de rendimiento que no desentonaría en ningún equipo de Europa, ni tampoco en Argentina.

Hablan que Boca tendría interés, pero muchas veces tiran un nombre de un equipo para que se pueda trabajar tranquilamente con otro.

Para mí se va Dawson seguro, su ciclo en Peñarol llegó al nivel máximo y ahora hace ya seis meses ha comenzado a bajar su nivel por falta de confianza.

“El Cachila” Arias sería una solución al descalabro de la defensa central.

Y si logran traer a Sebastián Sosa en el arco, ahí la cosa se pondría muy linda.

Sosa quiere venir, pero el salario que cobra en Independiente no lo gana ningún jugador de todo el plantel aurinegro.

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