Pasamos de: lo atamos con alambre, a taparlo con arena.

Ya no se puede ocultar la crítica situación que se vive en la Intendencia de Salto.

Es por todos conocido que apenas se vienen cubriendo los servicios de ómnibus municipales, por ahora, al igual que los servicios de recolección, aunque es notorio que en muchos barrios se recogen residuos con menos asiduidad de lo debido y se notan acumulaciones de basura, que hacen más dificultoso el trabajo.

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De la misma forma se puede apreciar en varios puntos de la ciudad una importantísima acumulación de residuos que se generan como resultado de podas de diferentes tipos, que en muchos casos demoran semanas en retirarlas, con la consiguiente molestia que eso genera.

Los funcionarios se las ven complicadas porque no cuentan ni con vehículos y muchas veces con nada de elementos para cumplir en forma correcta su tarea.

Prueba de ello es lo que sucede con algunas cuadrillas de la Sección de bacheo, que son enviados a tapar los numerosísimos pozos existentes en las calles de la ciudad, con una mezcla de arena, humedecida con aceite quemado que se ha juntado de varios vehículos que no funcionan más y a esta mezcla se le agrega un poco de portland, y con esa mezcla se procede a tapar los pozos.

Obviamente, parece una tomada de pelo que se proceda de esa manera, porque ese trabajo de relleno no dura ni dos días y si por las inclemencias del tiempo se da una lluvia, ese material que se coloca es arrastrado con facilidad y queda el pozo como si nada se hubiese hecho.

Los funcionarios municipales deben afrontar jornadas laborales sin contar con los materiales e insumos correctos y encima en más de una oportunidad reciben quejas por parte de los vecinos que se quejan de manera justificada, porque quienes abonan sus tributos municipales y desean que se cumpla por lo menos con las tareas mínimas de recolección, alumbrado, barrido y limpieza, tareas que no se realizan con asiduidad y mucho menos en forma adecuada.

Obviamente que la Directiva del Gremio de trabajadores municipales, que está de acuerdo con esta forma de proceder e incluso parecería que defiende varias quitas de beneficios a los empleados municipales que se ha hecho de parte de esta Administración, porque no ha salido a realizar ni una sola protesta, ante esta situación.

Y también se observa un silencio cómplice de parte de la Mesa Política del Frente Amplio que no hace ninguna declaración ante la crítica realidad financiera de la Intendencia y sobre todo cuando se está recomenzando en la campaña electoral con vistas a las Elecciones Departamentales del Mes de Setiembre.

El Intendente en funciones hizo una Licitación solicitando una línea de Crédito para intentar conseguir rubros que ayuden a poder pagar los Aguinaldos y el Sueldo del Mes de Junio, y como nadie se presentó a ese Llamado, hizo gestiones con una entidad financiera de plaza y obtuvo un Crédito por un monto cercano a los cien millones de pesos, que la Intendencia deberá abonar en tres cuotas anuales consecutivas, siendo la primera de ellas en Marzo del año Dos mil veintiuno.

O sea que para quien asuma como Intendente en la próxima Administración Municipal, le dejan de regalo además de la Cuota del Fideicomiso que se debe pagar en el Mes de Febrero que seguramente rondará en unos ciento noventa millones de pesos, la cuota de este Préstamo o Crédito, o como le quieran llamar, de poco más de treinta y tres millones.

Un panorama sumamente complicado y que parece no genera alarma, porque el Ex Intendente Lima, sigue formulando propuestas como si todo estuviera de maravillas.

Desde estar proponiendo la creación de un Fondo de Emergencia, hasta anunciar que se retomaron las Obras en un Proyecto por el cual ya recibió todo el dinero para realizarlo y que aún resta más del cincuenta por ciento para concluirlo.

O sea ya recibieron los fondos, y no hicieron las obras.

La pregunta inmediata que surge es, ¿qué hicieron con esos dineros?

¿Se fueron en contrataciones de publicidad, o en gastos de promoción y en actividades políticas?

Lamentable forma de gestionar.