Un día a eso de las 20 horas, bajaba por las escaleras de la sede del directorio del Partido Nacional Villanueva Saravia, y ante la prensa, dijo que “Si gana Lacalle, va a venir un golpe de Estado”, pero además, dijo que él tenía mucha información sobre Lacalle.
Dejó la sensación que algo iba a pasar, ya que enfrentaba directamente a quién sería el Presidente de su partido.
No pasó mucho tiempo y aparecía su cuerpo sin vida en la cama de su dormitorio en Melo, presuntamente se había suicidado.
Fue un impacto y todos relacionamos la muerte con sus amenazas tan duras y directas a Lacalle.
Incluso, el candidato Alberto Volonté utilizó este triste episodio políticamente ya que estaban en plena campaña.
“Quién sabe de dónde salió esa bala que mató a Villita” dijo en el entierro de Villanueva en el cementarlo ante una multitud, queriendo hacer pensar que Lacalle lo habría mandado a matar.
Por supuesto que salvando las enormes distancias, el caso de Fernando Cristino tiene un paralelismo con aquella ya legendaria muerte del ex intendente de Cerro Largo.
Cristino, apareció en escena tras un audio de una conversación entre la Vicepresidente Beatriz Argimón y Cristino.
En la misma, a nuestro criterio, hay una clara amenaza de Argimón.
Molesta por algo que dijo Cristino a su hermana, que es su secretaria, Beatriz intentaba meterle miedo a su amigo y que no hable más nada.
¿QUÉ ES LO QUE SABE CRISTINO?
Mucho. Pero mucho de verdad, especialmente el tremendo tráfico de influencias que se manejó durante años entorno a Beatriz Argimón para favorecer a su propio hijo.
Si bien en el Uruguay todo es tráfico de influencias para conseguir dinero del Estado, en este caso Cristino conoce a la perfección a todos los dirigentes políticos, de todos los partidos, que se pudieron conocer y “convencer” que acepten el auspicio de festivales y eventos de todo tipo, que si no hubiera habido alguien que sea el intermediario, no se lograrían.
Fíjense ustedes, que el Ministerio del Turismo, con Lilian Kechichian al frente, le otorgó órdenes de publicidad a empresas que integraba al hijo de Beatriz Argimón por una cantidad aproximada de 35.000 dólares.
Todos recordamos cuando el hijo de Danilo Astori representando a Jaime Ross le fue a pedir el auspicio a Antel y a Ancap para una gira del artista que representaba.
Mientras esto ocurría, su padre Danilo Astori era el Ministro de Economía. Sin duda que hay una relación peligrosa que facilitó presuntamente que ambos entes le dieran un auspicio de 125.000 dólares cada uno, un total de 250.000 dólares.
Cristino sabe, conoce, lo vio de cerca lo que no quiere contar.
Entonces, ahora, ante un problema con el hotel donde se hospedaba, inmediatamente la policía actuó y lo metieron en un calabozo, donde también se reveló presuntamente con un sub comisario.
Da la sensación que este muchacho estaba hablando mucho, estaba amenazando y extorsionando en busca del dinero que asegura “le arrebató” el hijo de la vicepresidente, y ahora fue de cabeza a un hospital siquiátrico.
¿A todos los que se desacatan van a parar a un hospital siquiátrico?
Y por último, si Cristino cuenta todo lo que sabe y vio, seguro que habrá problemas muy serios para varios integrantes del Partido Nacional, que intervinieron en los auspicios de festivales muy importantes organizados por él.
Seguramente hay más de uno interesado en que haga silencio.