No hay peor forma de engañar a la gente masivamente que lo que hacen algunos periodistas y medios de comunicación.
Resulta que hay una gran parte de nuestro periodismo y medios de comunicación que viven y subsisten de la propaganda que el Estado les otorga. Son millones de dólares, como leyeron, millones de dólares que salen de lo que entre todos pagamos de impuestos. Nuestro dinero, el que nos cuesta tanto conseguir y nos resulta tan poco lindo pagar, como lo hacemos con la luz, el agua, el teléfono, la nafta y ese maldito IVA más caro del mundo del 23%, finalmente termina yendo a parar a las cuentas bancarias de los grandes medios de comunicación.
Personalmente tengo la convicción que esta maniobra de la publicidad oficial es uno de los delitos más notorios que hacen los políticos cuando acceden al poder de gobernar.
He estado estudiando el sistema de despilfarro de la plata nuestra y es tan claro lo que hacen que si un fiscal tuviera la iniciativa de investigar, seguro que se llegaría a llenar varias cárceles con políticos notorios.
Ministros, Directores de Entes, Diputados, Senadores, Vice y presidentes de la República, Intendentes, Directores de Servicios descentralizados y otros serían sin duda los primeros procesados por fraudes reiterados, por Estafas, por Conjunción de lo Público con lo Privado.
El esquema es muy sencillo. Simplemente en el presupuesto de un Ente o un Ministerio, etc, existe el rubro publicidad y es allí donde manejan sabiamente a quien le otorgan la orden de publicidad.
Se transforma un Director de un Ente en un hombre de poder y depende de cómo se mueven cada uno para lograr un futuro político.
Lo digo con propiedad que por ejemplo en Antel, el hoy Ministro del Tribunal de Cuentas Francisco Gallinal Nieto, distribuyó decenas de millones de dólares, y lo hizo sabiamente. ¿Qué es sabiamente? Que les puso cientos de miles de dólares a muchos medios y los canjeó por espacio para su persona, para su campaña.
Pero hay periodistas, que los conozco muy bien, que son unos malandros, que se venden por dos mangos, que son unos muertos de hambre vendidos, que les dan un avisito y se enloquecen para hacerles entrevistas a sus benefactores.
Les mueven la colita en cada oportunidad que tienen, pasan preguntando que hay para inaugurar, les levantan centros para que se luzcan y hay algunos que son tan, pero tan chupamedias que finalmente logran incluso un empleo público.
Son aquellos que cuando asume un nuevo presidente, son los jefes de prensa o cuando un Ministro nombra a su jefe de Publicidad, seguro que se trata de un seudo periodista que se ganó siendo un buen mamadera la nueva tarea.
Da asco, no tengo dudas que es lo peor que nos está pasando. Los políticos le dan con el precio a la mayoría de los periodistas sin ponerse ni siquiera una sola vez la mano en el bolsillo. Es decir que con la plata de todos nosotros ellos pagan sus campañas políticas futuras, hacen lobby, se hacen conocer, viajan a todos lados, a lados que jamás hubieran podido viajar si no fuera por el estado uruguayo.
Son delincuentes profesionales, no tengo dudas que es así. Y tampoco tengo dudas que deberían estar presos, pagar con su libertad y su patrimonio los desastres que hacen mientras son jerarcas. Se llenan la boca que son electos, que la gente los votó en las urnas democráticamente, y yo insisto que esto no es democracia, que esto es una dictadura electoral, ya que pagan los votos, los compran y muchos uruguayos, quizás mucho más de lo que creemos hay, se venden por unos pesos, por unas chapas, por unos bloques, por un empleo, por una changa, por lo que sea.
Los uruguayos en su gran mayoría saben que los tiempos electorales son las zafras esperadas y hay que aprovecharlas.
Es una pena decirlo, pero es así, y entonces vemos con rabia que se compran votos y que se venden votos, da mucha pena esto.
Es así que lamentablemente llegamos a una situación económica tan irresponsable que tocamos fondo.
Vemos que cada Ministro de Economía que aparece suena a bien intencionado, pareciera que saben lo que hacen, nos convencen que tiene una buena capacidad para llevar muy bien los dineros de la gente.
Pero lamentablemente todo se cae después, nos fundimos, aparecen las crisis y dicen que es por culpa de México, de Brasil, de Argentina y todo lo que se le ocurra.
Lo cierto, lo real, lo que no acepta discusión, es que hay un robo descarado de nuestros dinero, en el fraude más importante de la historia del Uruguay y nadie hace nada, todos se quedan quietos, muchos porque están involucrados, otros porque si llegan a hacer algo, pierden todo, desde el trabajo, hasta la propia vida.
