Seguramente recibiré el perdón de nuestros lectores por ser tan insistente en mi noble tarea de desnudar al sistema político uruguayo, el gran responsable de la situación deteriorada que vivimos la mayoría de los compatriotas en nuestro país.
Esa verdadera mafia que es constituida por los políticos de todos los partidos y que tienen integradas inclusive a otras organizaciones civiles, militares y sociales y especialmente de quién es el sostén de esta porquería en la que nos encontramos envueltos: los medios de comunicación.
Todo ese enjambre de grupos es quién se beneficia en primer lugar, del despilfarro y la pésima administración de nuestros dineros, que normalmente, se llaman públicos.
Hay montada toda una organización profesional, integrada por personajes que se dedican a engañar a lo que ellos llaman “la gente común”, a la que el propio Julio María Sanguinetti llamaba despectivamente “la gilada”.
Al tener el manejo de los medios de comunicación, especialmente los más importantes del país, con mayor alcance, como son los canales 4, 10 y 12 de Montevideo y que a través de los cables, permiten llegar a todo el país y con una influencia muy grande en la mentalización de las personas a través de sus informativos centrales, lograron que los uruguayos se ocupen de cosas, para olvidar los principales acontecimientos políticos.
Ya nadie recuerda y seguramente nadie hablará más del tema, de la maniobra realmente repugnante, que ideó Lacalle Pou, para quitarle una banca, a las mujeres de nuestro país.
Ya nadie recuerda y estoy seguro que dentro de los próximos cinco años, cuando nombren al senador Álvaro Delgado, nadie dirá que el senador suplente de la Profesora Graciela Bianchi, está sentado en el senado, por la maniobra que hizo Lacalle Pou.
Seguramente nadie va a recordar que Lacalle Pou escondió a su padre durante toda la campaña electoral, no permitiéndole asomar el hocico, ni siquiera a un acto de barrio, porque tenía la plena seguridad, que si su padre lo acompañaba como debería de haber sido, iba a sufrir un rechazo al asociar su imagen a la gestión que realizó su padre, como Presidente de la República.
Entonces no tiene el más mínimo temor, ni prurito, en decirle a su padre, un ex Presidente de la República y senador en ese momento, que no haga nada y se mantenga alejado de los medios de comunicación.
Pero esta orden, no solamente se la dieron a “Cuqui” Lacalle, sino que también se la dieron a los medios de comunicación y a los principales periodistas del país, así como también a los pseudo opinólogos, que aparecen en la televisión, haciendo análisis de lo que es la campaña electoral.
Tenían prohibido nombrar a Luis Alberto Lacalle Herrera para no perjudicar a su hijo y cuando un hijo, no tiene ni la más mínima vergüenza para ocultar a su padre, quiere decir que algo anda mal en los valores y la moral de ese candidato. Pero todo esto lo van a olvidar los uruguayos y dentro de cinco años, será “Por la Positiva” o por la Recontra Positiva, pero allí aparecerá el “Cuquito”, arreglándose el jopito, prometiendo que viene a hacer una nueva forma de hacer política en el Uruguay, cuando él es un
engendro de sus padres y que gracias al apoyo y a la trama que otros dirigentes políticos hicieron, logra ser el candidato más votado de las internas, después que a dedo lo colocaron para que salga legislador.
Van a olvidar el fracaso rotundo que ha sido que el Frente Amplio en sus primeros 10 años de gobierno. Ha resultado ser la farsa y la mentira más cruel de la historia política del Uruguay. Porque el dolor que sentimos cientos de miles de uruguayos, que sabíamos que los blancos y colorados eran una mafia, que pretendían perpetuarse en el poder, para enriquecerse liderados por Sanguinetti, Batlle y Lacalle, confiamos y creímos en aquellos frenteamplistas, que los vimos bien intencionados, cuando criticaban duramente a los partidos tradicionales y querían ser gobierno para cambiar esa organización mafiosa que nos gobernó históricamente.
Todos aquellos que los apoyamos y que los votamos, incluso en contra de nuestros principios, promocionándolos para que se terminara de una buena vez por todas, las jodas y las estafas de los partidos tradicionales, que habían hipotecado nuestro futuro y el de nuestros hijos, nos encontramos con otros estafadores ideológicos, que nos mintieron y se infiltraron, hasta llegar al gobierno para ellos también enriquecerse uno a uno, haciendo las mismas cosas y utilizando el mismo esquema diabólico de Julio María Sanguinetti.
Quizás como pruebas hay millones, lo que hizo el Sr. Danilo Astori, desde el primer día que administró las finanzas de todos los uruguayos, continuando la política económica neoliberal que nos mandó al rotundo fracaso, con los buitres del Fondo Monetario Internacional y del Banco Interamericano de Desarrollo y prestamistas particulares, que se abusan del mal momento que vivimos los uruguayos, para prestarnos plata y después quedarse con nuestras mayores riquezas.
Danilo Astori, junto a Julio María Sanguinetti, ha sido el farsante más grande de la historia contemporánea y lamentablemente los uruguayos vamos a pagar muy caro esta administración frenteamplista, que ha sido la continuidad de los partidos adicionales y que hoy, con un Presidente de derecha, infiltrado en la izquierda uruguaya, como es Tabaré Vázquez, tendremos el triste final que se avecina. Hoy ya, Danilo Astori está preparando el terreno para el aterrizaje forzoso de la economía uruguaya, con un dólar a 27 pesos, con devaluaciones que se vendrán muy pronto y con un aumento terrible de precios, que ya es una inflación galopante y que será incontenible.
Un Uruguay que se dice de izquierda y socialista, que tiene 700 mil trabajadores ganando 400 dólares por mes. Esa es la real situación que vivimos y que lamentablemente lo venimos anunciando desde hace muchísimos años, cuando dijimos que la política económica de Danilo Astori, nos iba a llevar al peor de los fracasos de la historia uruguaya.