Tremendos jugadores, destacados en sus respectivos equipos, pero Tabárez los coloca en un sistema erróneo totalmente.
Uruguay con un Técnico moderno, que permita a nuestros jugadores jugar como lo hacen en sus equipos, podría ser un cuadro muy temible para cualquiera.
Ver a Cavani corriendo rivales por nuestro campo, sabiendo que es uno de los goleadores más importantes del mundo; nos parece criminal.
La mentalidad del Técnico es jugar a no perder.
Siempre comienza los partidos con ese objetivo timorato.
Luego, si tiene suerte de no ir perdiendo, se juega el entrenador a una corrida, un centro o un tiro libre para intentar ganar el partido.
Se enoja cuando alguien le dice algo respecto a su estilo conservador y responde de mal humor a los periodistas.
Elige bien los planteles, trabaja ordenadamente con las “inferiores” celestes, pero su forma de parar el equipo es absolutamente equivocada.
Quizás con la misma integración, pero con otro planteamiento, podríamos llegar mucho más lejos.
Siempre fue así, nunca arriesga ni siquiera un poquito.
Seguramente el perder por un gol con Brasil y Francia lo haga feliz al veterano entrenador; pero para los uruguayos ver a estrellas del fútbol jugando a NO PERDER, nos da la sensación de que volvimos a las décadas en que sabíamos que nunca ganaríamos un mundial.
Hoy nosotros pasamos vergüenza por responsabilidad de un veterano soberbio que se cree el “dueño de la pelota” y que debería ser cesado inmediatamente.
