¡DESDE PAYSANDÚ!
Como siempre tenemos que hablar del tema del momento: el COVID-19. Lamentablemente la gente “es hija del rigor”, parece que la única manera de que seamos responsables es que nos penen o nos multen. Es increíble, nosotros salimos de nuestras casas a trabajar todos los días y con todos los cuidados que nos han recomendado el gobierno y los científicos: el tapabocas y el alcohol en gel, y vemos que los fin de semana la gente sale a pasear, a tomar mate y a fiestas. Así es imposible parar el contagio. Estamos en rojo por estos irresponsables y no culpen a los jóvenes que sí tienen culpa, porque si los padres no les exigen que se cuiden, salen de joda y vuelven a la madrugada ¿y quién puede decir que no se han contagiado?; o van a tomar mate a la playa y se juntan con varios amigos y terminan con algún asado y de tomadera. Después tenemos la gente mayor que pasea, se abraza con amigos y vecinos como que hace años no se ven sin ningún cuidado. Después quieren culpar al gobierno que no hizo las cosas bien, por favor, no sean hipócritas. Es como los empleados de la salud y los de la enseñanza que no se quisieron vacunar, si bien no era obligatorio. A ellos, que están en primera línea, tendrían que haberlos obligado porque son los que más se han infectado y la mayoría sabemos la mentalidad que tienen y qué ideología. La verdad es vergonzoso que haya gente tan irresponsable, que sólo haga lo que quiera, son hipócritas que dicen que cuidan a los demás y se juegan la vida. Y hay niños en riesgo y adultos mayores en casa de la salud y no se van a vacunar, sólo en el Uruguay pasa esto, tenemos la libertad de vacunarnos y algunos ignoran su responsabilidad.
Otro tema que me dejó muy mal. El otro día un agente policial en Montevideo maltrató a un joven, algo totalmente repudiable. No sabemos qué le dijo el joven o qué hizo antes, pero pensemos que no hizo nada. La prensa estuvo muy atenta a ese hecho, incluso una edil del Frente Amplio se interesó en el tema y quería pedirle explicaciones al ministro Larrañaga porque ese policía, cuando era joven, había baleado una compañera de estudio, que creo, la dejó en silla de ruedas. Es lamentable que haya podido entrar en la Policía. Hasta ahí todo bien. Pero por uno que comete un error no se puede castigar a todos los policías que sabemos que salen todos los días de su casa y no saben si vuelven, y más en Montevideo. La prensa sale a informar todo lo que pasó con este policía, pero al otro día un delincuente hiere en la cabeza de un balazo a una policía y la prensa difundió ese día todo lo que pasó y después se olvidó; nadie dijo nada más. Hasta ahora no sabemos si sobrevivió o falleció, y no es la primera funcionaria policial que sufre algo tan grave, varios ya han sido muertos y heridos.
Entonces mi bronca es porque ¿cuál es el mensaje, ese que llega a los jóvenes, a los niños?; se hacen la idea que todos los policías son malos, ese odio que sea crea que lleva a que los policías sean llamados, despectivamente, “milicos”, incluso por los niños. Una total falta de respeto. Me pregunto cuando se produce un delito a quién llama la gente. ¿Al policía, verdad? Y entones: ¿son malos o buenos? Ahí está el tema, es muy grave lo que hacen algunas personas poniendo a todos en la misma bolsa y cuando son delincuentes salen a decir que son personas a las que les fue mal en la vida y los justifican. ¡Por favor periodistas, sean más coherentes!, ¡dejen el odio y el idealismo que tienen y digan las cosas como son! Hay jóvenes escuchándolos, no les pongan cosas en la cabeza que los llenen de rencor. Ubíquense, cuando la policía actúa o pide documentos es por alguna razón, por algo son autoridad. Claro, cometen errores como todo, siempre hay uno que se equivoca. Es como lo de la dictadura, algunos ni vivieron ese momento como lo viví yo. Fue todo tranquilo, nunca me molestaron para nada los militares y sin embargo hablan como que vivieron esos procesos pero sólo dicen una parte de la historia, a la otra que llegó al poder y fundió un país la escuchan y la aplauden, ejemplo: Lucia Topolansky, Mujica. ¿Qué hicieron estos personajes?: mataron, torturaron, robaron y hoy son héroes. ¿Gracias a quién?: a la prensa, que tanto los han metido en la gente. ¡Vergonzoso! La prensa es culpable, la compran como comprar un pan, le dieron publicidad o algún puesto público bien pago y después los tienen como ejemplo de vida.
Después tenemos la diputada del Frente Amplio de aquí en nuestra ciudad, Paysandú, que dijo que iba a votar la prórroga de la ley de limitación del derecho a reunión y sin embargo no lo hizo. La verdad, lamentable, no tiene palabra, es un tema tan sensible como parar las fiestas y después sale a criticar a los demás. ¡Por favor! Si tiene vergüenza, renuncie. Porque si tiene que hacer lo que le manda el partido y levantar la mano cuando le dicen o no, que falta de ética tiene y quería ser intendente; por favor, por suerte las urnas hablaron, la gente no es tonta, su gestión ha sido con sabor a poco y nada.