La Sociedad uruguaya siempre ha mantenido el término de la Justicia Social como emblema de todos los gobiernos habidos y por haber a través de la Historia del país. Es que nuestro país supo ser en otras épocas un ejemplo de desarrollo y era visto desde el exterior como uno de los lugares preferidos para vivir (por algo los españoles, italianos, eslavos; llegaban a nuestras costas del puerto de Montevideo para afincarse en nuestra Nación).

En otras épocas había fábricas, talleres, todos con mano de obra, que muchas veces era del exterior, gente especializada en oficios que venían a enriquecer nuestra sociedad y la Economía a principios de siglo y durante la Segunda Guerra Mundial.
Luego de la Dictadura Militar, se vino abajo definitivamente la calidad de vida de los uruguayos y luego de ella, nació algo de lo que nadie habla y por lo que nadie es juzgado, pero que ha matado a mucha más gente que toda la represión de la Dictadura: nada menos que la DEUDA EXTERNA. Un verdadero cáncer que debilitó las estructuras de nuestra sociedad hasta lo más hondo.
Y nuestro electorado siempre supo ser medio izquierdista y así, antes José Batlle y Ordóñez y desde hace más de 30 años el Frente Amplio han captado ese sentir medio izquierdista (no radical), pero sí de centro izquierda del electorado uruguayo.
Desde la época de “Pepe” Batlle muchos anarquistas e izquierdistas venidos de Europa terminaron simpatizando con José Batlle y Ordóñez y eso ha quedado acrisolado en la militancia de sindicatos y organizaciones obreras.
Así por décadas los uruguayos mamamos que toda sociedad, debía tener ese ingrediente fundamental, llamado Justicia Social y que nuestro prócer nos inculcaba con la frase: “Los últimos serán los primeros”. Luego José Batlle y Ordóñez inmortalizó el pensamiento al decir “que los ricos debían ser menos ricos, para que los pobres fueran menos pobres”…

LO QUE NADIE SE IMAGINABA

Pero la realidad muchas veces supera la imaginación y también hoy en día, se puede decir que en los últimos años, surgió una nueva clase de personas, de ciudadanos, que también votan en algunos casos y ellos son los Marginados. Esta realidad no solo surgió en nuestro país, sino también proliferó en Argentina y gran parte de Latinoamérica.
Esta realidad que no se conocía, ni se imaginaba nadie a principios de siglo, que tampoco se conocía en los años cincuenta, comenzó a proliferar con agudeza luego de la Dictadura uruguaya y Latinoamericana en general. Y ya el concepto de Justicia Social, fue apañado por  políticos, sociólogos, escritores y artistas izquierdistas, que vieron en ellos la veta para hacer populismo (no justicia Social) y de esta forma apoyaron reclamos y pintaron la realidad de la sociedad uruguaya con un manto de cataclismo, que muchas veces se tiñe con el color del cristal con el que se mire.
Y hemos llegado a los días de hoy donde al querer aplicar el concepto de Justicia Social, al final de cuentas se terminan haciendo injusticias sociales y vayamos a los ejemplos.
Hoy en día en el Uruguay, un país supuestamente solidario, con un sistema previsional basado en la solidaridad; una persona que se jubila ganando unos $ 60 mil pesos, que es una persona preparada, porque de pronto es un técnico. En la Caja de Industria y Comercio esa persona tiene un tope de 7 prestaciones, por lo que equivale a menos de la cuarta parte de lo que ganaba. O sea que una persona que aportó una verdadera fortuna al BPS, que tuvo 40 años de trabajo, termina jubilándose con menos de la cuarta parte de lo que ganaba en actividad. No parece lógico, no parece justo y sus causas son menos lógicas aún.
¿Por qué una persona que gana gracias a su trabajo y conocimientos tiene que verse sometido a un tope jubilatorio? Tiene una sola explicación: Justicia Social, la solidaridad vista desde el punto de vista uruguayo.

EL MUNDO DEL REVES

En ese mismo Uruguay, si alguien pone un comercio, tiene que pagar infinidad de impuestos y debe de asociar al Estado en un 22% con el IVA. Pero además si ese comerciante, tallerista o lo que sea, toma un empleado, debe de tener mucho cuidado; porque en este país la Justicia casi siempre falla a favor del trabajador, con reclamos muchas veces justos y otras veces inventados y avalados por abogados que desarrollan la vieja fórmula del “vamos y vamos” al 50% de lo que se consigue pellizcar.
También con el Gobierno del Frente Amplio, los trabajadores pudieron hacer reclamos 5 años después de finalizada la relación laboral y todo eso en beneficio de la Justicia Social, a la uruguaya…
También en este mismo país, si usted es propietario de un negocio, un taller, una empresa, una industria y da trabajo a varias personas, desde 2 a decenas y cientos de ellas; lo mismo da. Tendrá que tener mucho cuidado, porque si sus empleados un día le ocupan su empresa, no los podrá desalojar y en la práctica usted perderá la propiedad de su empresa. Y esto también es para afirmar la Justicia Social a la uruguaya…
En este mismo país, mientras muchos uruguayos se tienen que matar trabajando horas y horas, ganan un salario de miseria y se tienen que romper la cabeza para pagar la luz, el agua, el teléfono; otros (también para propagar la Justicia Social a la uruguaya) viven de la indigencia. Se les paga un salario por no hacer nada, como es el del MIDES; pagan facturas de UTE y OSE sumamente accesibles.
Si usted reniega de estar en el sistema laboral convencional y se acoge al Plan de Emergencia, deja de pagar automáticamente facturas abultadas de las empresas del Estado, no tendrá por qué pagar contribución inmobiliaria…   

A VECES LA MARGINACION ES MENTAL

Por otro lado, vemos cómo en la mayoría de los casos, muchos de los marginados que cobran el Plan de Emergencias, viven todos con celulares, tienen hornos microondas, DVD, Play Station, equipos de música y otros menesteres, en sus domicilios y todo eléctrico, por supuesto, ya que no pagan casi nada de luz y eso cuando no están enganchados de la luz; cosa que para esta gente tampoco parece correr el Código Penal y no se los procesa, cuando el delito es igual para todo el mundo…
También es muy común ver que muchas personas, que se dicen marginados, están enganchados de la tele cable, por supuesto sin pagar un mango…
Pero en esos casos las autoridades (que son políticos o pichones de ellos) les enganchan la luz, les ceden el agua gratis; se hacen los giles cuando ven las antenas colgadas ilegalmente y todo por una sola razón: la Justicia Social a la uruguaya…
Esa misma Justicia Social, que le chupó un sueldo entero a aquel trabajador, que ganaba $ 50 mil o $ 60 mil pesos y que aportó una verdadera fortuna al BPS durante más de 40 años y hoy sigue pagando todos los impuestos, la contribución inmobiliaria, UTE, ANTEL, OSE, patente de rodados, Impuesto de Primaria.
Es que muchas veces la marginación no solo es económica, sino que es mental y el Estado debe rever el concepto de la Justicia Social…

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