Recibimos y publicamos.-
Desde Minas.-
Esta vez fui yo el rehén de la desastrosa atención que está brindando CAMDEL a nivel de farmacia. Yo me pregunto. ¿Ningún director se camuflará en la cola solo para vivenciar lo que pasa la gente horas esperando para conseguir un remedio y todavía que le cierren la puerta en la cara? Ningún directivo de esta empresa cuasi dueña de la salud de los Lavallejinos se sentará en un banco de la plaza para ver las personas con andadores, sillas de ruedas, octogenarios, etc. en busca de su medicación y ver su sufrimiento, bajarse de los taxis que pagan para llegar porque esa es la costumbre que tienen, y ver la desolación que sienten de esperar horas y horas bajo lluvia o al sol. ¿No piensan que hicieron mucho en pintar esas tres rayas pedorras de distanciamiento social? No tienen vergüenza. Son una máquina de recolectar dinero y no se han preocupado un ápice en solucionar la atención. A quien se le ocurre por mas pandemia, licencias médicas y todas las malditas escusas que puedan decir, que con la demanda que hay en farmacia, solo hay un solo cajero demandando las órdenes. Como no les da la empatía de quienes les llenan sus bolsillos de dineros como somos los usuarios en devolver un poco de buena atención. No me dirán que hay un número telefónico supongo, no podrán tener tan poca vergüenza, que ni tan siquiera brindan gratuito como cualquier farmacia el servicio de envío. Muchos ni teléfonos tienen, y ni hablar el costo de una llamada por celular esperando a ser atendido, además gran parte de los usuarios tiene la costumbre de levantar sus medicamentos. No puede bajo ninguna implementación y no es culpa del funcionario que cierra la puerta a las 22hs quedar usuarios afuera. Es cuasi una omisión de asistencia. No puede bajo ninguna circunstancia y escusa haber una sola caja. Los invito a reflexionar sobre la poca importancia que se avizora le están dando a ésta problemática, y usar sus cráneos para una solución empática hacia los usuarios que eligen como prestador de salud vuestra empresa. Reitero, creo que gastar un litro de pintura y pasar un pincel con tres flechitas dejando la gente tirada como animal a la intemperie no fue un gran gesto de empresa seria. Está de más mencionar el compromiso con las tareas prioritarias de la profesión que no son otras que la de proveer de asistencia altamente calificada al paciente, la de preocuparse por la salud de los usuarios y la comunidad y la de gestionar eficientemente los recursos sanitarios.
Como usuario preocupado por este tema, espero por parte de CAMDEL la correspondiente ocupación en pos de mejora a esta grave problemática.