Por: La Tribu Contenidos, Otra Mirada, Otra Agenda.-
Los ediles Gabriela Gómez y Braulio Álvarez manifestaron su preocupación ante una serie de denuncias recibidas en las últimas horas desde distintas áreas de la actividad del centro termal de Almirón y de la comunidad de Guichón en referencia a lo que se podría considerar como incumplimiento del protocolo establecido desde el gobierno nacional y que permitió la reactivación del complejo, así como de algunas “serias” deficiencias en el funcionamiento del lugar.
Según la información que manejan los ediles, la Intendencia habría autorizado el ingreso de un número demasiado alto de visitantes en cuyo ingreso “no hay quien tome la temperatura a la gente que entra, no hay nada de eso”, lamentó Gómez.
También trascendió que desde las últimas horas de este viernes 11 de setiembre “el lugar no tiene guardavidas y así está funcionando este sábado”. Así mismo se conoció que en la madrugada del sábado se habrían verificado algunas inconductas, caso de varias personas que habrían ingresado a la piscina en un horario en el que normalmente no se habilita el acceso a ese lugar. Atendiendo la situación que allí se registraba algunos turistas fueron a buscar al sereno para que termine los desórdenes que se daban en la piscina.
Los ediles, que ya anunciaron acciones para alertar de esas situaciones a las autoridades de la Intendencia, así como exigir la determinación de eventuales responsabilidades, también tomaron conocimiento de que “en las cabañas públicas no hay garrafas. En una palabra, están en una emergencia y en un caos”, dijo Gómez.
El 16 de julio los centros termales sanduceros fueron habilitados después de varios meses de inactividad como resultado de las medidas aplicadas para contener la difusión del Covid. Ese día las autoridades anunciaron que un equipo de enfermería desarrollaría “control de temperatura en el ingreso al predio” al tiempo que se anunció que guardavidas «reciben la capacitación necesaria “para estar alertas ante cualquier situación que se plantee”. Según publicó la comuna, la directora de Turismo, Rosina Giamberini, reconoció que “el protocolo es extenso “pero posible de cumplir”.
