Este es un tema que me ha apasionado mucho toda mi vida, pero especialmente comencé a estudiarlo en profundidad, inclusive haciendo pequeños cursos de capacitación e información en la Argentina, que es la depresión y las enfermedades de la mente humana.
Ante nada, debo decir que hace 10 años exactamente sufrí un infarto cerebral que me tuvo al borde del abismo, internado 14 días y gracias a Dios, mi Fe y las ganas que le puse pude lograr salir de esa situación en forma airosa.
De allí comienza mi ansiedad por conocer todos esos caminos ocultos que se recorren dentro de la mente humana.
La depresión en los uruguayos es un gran tema, que no se le ha dado la importancia ni la difusión que merece.
400 mil compatriotas han sido diagnosticados por esta enfermedad y de acuerdo a la información que recibimos, otros 300 mil uruguayos están enfermos, no están diagnosticados y ni ellos mismos saben que son portadores de esa enfermedad silenciosa que llega a matar a miles de compatriotas por año.
El sistema nervioso de los humanos es todo un desafío y muy difícil de estudiar en profundidad, la angustia y el estrés son elementos extremadamente importantes en la salud mental de los uruguayos.
El sistema mutual uruguayo no detecta la enfermedad porque no está preparada para esto.
Parece mentira que en el mutualismo privado el paciente siga sufriendo de un sistema donde el médico está contigo en un consultorio en un promedio de 10 minutos como máximo y ya con ese diagnóstico clínico te extienden varias recetas, inclusive de medicamentos que son tremendamente peligrosos y adictivos para todo ser humano, en especial cuando se comete asiduamente el error de recetar sin cumplir todos los requisitos necesarios para diagnosticar.
Está absolutamente comprobado que la mitad de los diagnósticos que un médico clínico realiza en esos 10 minutos está equivocado.
Para detectar la depresión, es tremendamente importante que el médico reciba información del paciente, sus hábitos, sus pensamientos, su trabajo y su familia.
Sin embargo, esto no se hace y de esta manera como les decíamos y de acuerdo a la información recibida por la Fundación Caza Bajones, casi 400 mil uruguayos andan por la calle deprimidos casi sin saberlo.
Muchos son enviados derivados a un psiquiatra, que los recibe también en unos pocos minutos y empieza a bombardear con medicamentos para tratar de bajar la ansiedad, con antidepresivos y otras drogas mayores de las cuales luego, a lo largo de la vida, a cualquier ser humano dada su tremenda adicción les va a ser difícil de salir y dependen de la pastillita para dormir especialmente, porque si no la tienen psicológicamente entran en un trance que no les permite pegar un ojo.
Hay diferentes motivos para deprimirse, pero lo más importante a destacar antes de hablar de los mismos, es decir que en el Uruguay no hay una política de prevención para combatir esta enfermedad de depresión.
Se podrían salvar miles de vidas humanas si se prevenía y se creaba un sistema antidepresivo Nacional.
Sin embargo, esto no se hace, solo algunas pocas instituciones privadas realizan este trabajo.
La depresión lleva al suicidio y Uruguay sigue siendo el Campeón del Mundo en ese tema, 2 uruguayos, casi 3 por día resuelven quitarse la vida. 1 de ellos es un adolescente.
La soledad está emparentada directamente con la depresión, los ancianos abandonados por sus familias sufren la enfermedad de la soledad y la depresión en forma casi absoluta y es como si se murieran en vida, pasan esperando la muerte.
La falta de trabajo y por consiguiente dinero es el motivo principal por el cual los uruguayos llegan al límite de quitarse la vida.
Padres de familia que no consiguen trabajo, pasados los 40 años de edad, que tienen una familia que mantener, que tuvieron 3, 4, o 5 hijos sin medir las consecuencias económicas, es uno de los motivos por los cuales el encierro mental origina decisiones terribles.
Los motivos sentimentales son también causantes de estas decisiones, que una pareja se separe, o un matrimonio de muchos años lo haga, la pérdida de un hijo, son terribles motivos para terminar con la vida de muchos uruguayos.
La falta de afectos y familia, emparentados con la soledad y la falta de dinero son un cóctel explosivo, que junto con la exclusión social dejan en evidencia un problema que no se está atacando y lo que es peor, se está tratando de obviar o de minimizar.
Y el último tema para destacar son las adicciones, algo que ha venido en aumento permanente en nuestro país, que se encontraba alejado con relación a otros países del mundo y algunos cercanos también.
La adicción a las drogas y el alcohol, motivos que enferman la mente, que matan neuronas y que muchas veces llegan a dejar sin estímulos a muchos jóvenes adolescentes en la vida.
Es importante decir que la depresión es absolutamente curable y para eso hay que pedir ayuda, saber que uno está mal, no engañarse a uno mismo y la ayuda hará un bien tremendo, porque hay caminos muy importantes y variados para desbloquear la mente y poder salir a la luz de la vida hermosa que Dios nos ha dado.
Hay muchos casos, por suerte, en que la depresión se cura en un solo instante.
Sí, leyeron bien, solo falta una órden del cerebro y el paciente está curado.
Lograr que el cerebro mande la órden diciendo que se puede, que es posible disfrutar esta corta vida con alegría y entusiasmo, con objetivos sanos, sin drogas y sin alcohol, sin inclusión social y sí compartiendo grupos y amistades.
Lograr tener una familia y apoyarse en ella, esa era la gran receta de esta enfermedad hace 50 años, que muchos le llamaban surmenage y que hasta le hacían cura de sueño para volver a la actividad nuevamente.
Creo que hay una gran deuda de nuestra sociedad y en especial de nuestros Gobernantes, así como los Parlamentarios estudiaron, polemizaron y resolvieron temas profundos de la salud, como el caso del aborto, estoy seguro que la depresión y el estrés son dos enfermedades colectivas, que deberían ser Legisladas con el fin de que los uruguayos reciban en primer lugar una gran prevención sobre el tema y en segundo lugar muchos puntos de encuentro para curarla definitivamente.