Estamos pasando la peor crisis con números en rojo por la pandemia, con números muy altos de contagio, como consecuencia de una gran irresponsabilidad de nosotros mismos.
El gobierno y los científicos hicieron todo lo posible para que no llegáramos a esta situación pero no pudieron convencer a la gente que se cuide y proteja a su familia; fue imposible por ese capricho por desobedecer a las autoridades, eso fue lo que decidimos.
La verdad, lamentable la actitud que hemos tenido.
Creo que nada es posible si la gente no apoya. Hoy tenemos cada día más infectados, más muertes, más problemas de trabajo, hay gente que padece todo esto y la pasa muy mal. El gobierno hace un esfuerzo en ayudarlos pero no alcanza, la gente necesita laburar, llevar el pan a su mesa. Pero las fiestas de algunos, y no querer aceptar las recomendaciones de que hay que cuidarse, perjudican a todo un pueblo.
Hoy estamos pagando las consecuencias de lo mal que hicimos las cosas. Quizás sea que el tremendo error que cometimos nos haga aprender que debemos hacer caso a las autoridades, que cuando nos piden algo, y más cuando es de vida o muerte, es totalmente responsabilidad de cada uno. Yo me pongo como primera persona en este caso pese a que siempre trabajé, pero me cuido mucho y tuve cuidado en mi comercio y cuide a mis clientes. Pero me siento muy mal porque mucha gente no hizo lo mismo, especialmente los fines de semana. En ese punto sí discrepo con las autoridades. Dejar trabajar es una cosa por el bien de la economía pero los fines de semana habría que cerrar todo, vallar lugares públicos y evitar que la gente se amontone cuidando con policías y militares, especialmente zona playa, costanera. Porque somos hijos del rigor y creo que con lo que hicimos quedó muy demostrado que si nos ordenan algo pero no nos castigan con multas o prisión no hacemos caso.
La gente que trabaja en la salud está muy complicada, están agotados, y por supuesto hay algunas personalidades que quieren trasmitir miedo, mientras dicen que nos cuidemos los vemos en una marchas callejeras sin tapaboca y con muchas personas alrededor a las risas y felices, sacándose fotos; es increíble. Es una falta de responsabilidad de personas que están directamente trabajando con el virus, me parece que el ego y el idealismo que tienen les están jugando una mala pasada. Para aconsejar a la gente en un tema tan sensible hay que ser muy responsable en la vida y estas señoras dejan muchos que desear, ojalá reflexionen y cambien de actitud y no den malos ejemplos. Hoy con las redes sociales nos enteramos de todo y nos damos cuenta de muchas cosas y de personas que dicen una cosa y hacen otra y realmente son lamentables.
El Frente Amplio está queriendo quedar bien, obligando al gobierno a hacer cosas que sólo alguien tan irresponsable puede hacer, así cómo fueron ellos en quince años que endeudaron el país sin límites, comprometieron el futuro del país sacando préstamos sin justificación y entregando nuestra soberanía al Fondo Monetario Internacional, algo que ellos odiaban cuando eran oposición pero terminaron a los abrazos y besos, arrodillándose y pidiendo más dinero. ¿Para qué? no sabemos. Hoy quieren que sigamos pidiendo préstamos: por favor! es muy inteligente, es parar la mano y ver qué se puede hacer de aquí en adelante porque todo los que nos pasa a nivel tributario y pagos de las facturas de los entes más caras del mundo.
Igual que el combustible se debe a que nos obligan estos señores para cobrar sus intereses todos los años y decirnos lo que tenemos que hacer para pagar más impuestos, nos apretaron el cinturón y hoy nos tienen de rehenes.
La juntada de firmas para el referéndum, ¡la que faltaba!, es increíble lo que hacen el Frente Amplio y los empleados públicos para tener protagonismo y no ceder sus privilegios y peor es lo que están haciendo con la necesidad de la gente. Van a las ollas populares, a los barrios carenciados, y ponen carpas y obligan a firmar porque les miente diciendo que van a perder beneficios, patético. ¿Y del PIT CNT qué vamos a esperar?, esos genios que curran con los obreros, viven sentados con termo y mate y quieren dar mensajes y consejos de cómo se maneja un país. Esperemos que este gobierno tome cartas con estos personajes, los hagan reflexionar y les pida que aclaren de qué viven, que no den más manija a la gente que les paga el sueldo y los escucha; igual cada día son menos los que les aportan pero ellos siguen firmes dando cátedra y por supuesto apoyan los privilegios de los públicos y que sigan perdiendo fuentes de trabajo los privados que son los que hoy le ponen el hombro al Uruguay. Mientras los empleados públicos están en su casa cobrando sueldos muy onerosos y con trabajo seguro, algunos laburan en sus casas, pero pregunto: ¿quién los controla?. Otros, sin ningún compromiso. Después son los primeros en quejarse cuando el tocan el sueldo y pierden privilegios, ahí andan juntando firmas para el referéndum, ahí si van a juntarse y tomar mate, es increíble este país. Y si no como dice el gremio de ANCAP, que no quiere la LUC porque van a privatizar ciertos sectores que dan pérdidas y dicen estos señores que gracias a que es monopolio esa empresa pagamos menos los combustibles, el gas y el portland. ¡Por favor, no mientan! somos los más caros del mundo. Así quiere engañar a la gente. Bueno, hay que ser tonto para creer algo así.