Sin duda, que la vuelta a los entrenamientos en Peñarol ha sido muy conflictivo.

El protagonista de esos comentarios que traspasaron la reserva de la comisión directiva, es el capitán del equipo, Cristian “Cebolla” Rodríguez.

Los comentarios que trascendieron, fue que llegó con cinco kilos más de los que tenía antes de la detención de actividades por la pandemia.

Vida

Y como si eso fuera poco, también vino con un pequeño desgarro en sus aductores.

En el último semestre, “Cebolla” volvió a las lesiones musculares que lo han disminuido categóricamente en sus últimos años de su carrera en Europa y Brasil y la Argentina, sus dos últimos destinos futbolísticos, antes de su arribo a Peñarol.

Estos trascendidos han hecho molestar al Capitán, que brindó una conferencia de prensa, tratando de minimizar su aumento de peso y su lesión.

“Salí campeón con Peñarol con 90 kilos y peso 90.500” dijo el jugador.

Y en relación a la lesión expresó que “Al clásico de agosto llego de taquito”.

Hasta allí los hechos ocurridos, pero, nos queremos referir a lo que para nosotros, es lo más negativo.

Este año hay elecciones en Peñarol, y las filtraciones de algunos directivos a la prensa es notorio, para lograr ventajas mirando ese acontecimiento.

Hay periodistas deportivos que están ya alineados hacía algunos directivos, y por ende, informando lo que les conviene a sus “patrones”.

Estamos investigando a algunos periodistas que no son independientes, sino que se trata de verdaderos mercenarios (empresarios), al servicio de quienes los benefician de alguna manera.

Al “Cebolla” se le falta el respeto, se trata de un verdadero hincha de la institución, que ha jugado incluso lesionado, mal recuperado de una lesión, para ayudar a su equipo.

“El Cebolla” junto al “Mota” Gargano sacaron campeón a Peñarol y fueron un baluarte.

Ahora hasta se habla de sacarle al brazalete de capitán, una barbaridad sin duda.

Si bien Rodríguez tiene visibles problemas de sobrepeso y lesiones musculares, no se puede poner en tela de juicio su total y absoluto entrega a la institución.

Si bien es uno de los salarios más altos de la institución, también es cierto que hay una deuda con el jugador, que alcanza a un año del pago de su salario.

Una pena, que se utilice a un verdadero referente de la institución para intentar sacar provecho político electoral por parte de algunos dirigentes.

Hace mucho tiempo que el Consejo Directivo no tiene códigos, y todo lo que se dice a los pocos minutos, ya lo escuchamos en los principales programa deportivos de los medios.

Todo se filtra, y se hace para lograr una estrategia electoral y perjudicar al presidente Barrera.

Jorge Barrera ha tenido una excelente presidencia, sin mayorías, como hace muchos años no se veía en Peñarol, siempre tratando de unir.

Personalmente, creo que el salario de algunos jugadores está fuera de la realidad, pero, eso es oferta y demanda, nadie obliga a los dirigentes a pagar cifras realmente escandalosas para el fútbol uruguayo.

Pero lo cierto, y aunque a muchos no les guste, “El Cebolla” en una pierna, desgarrado y gordito, es el mejor por lejos del plantel.