Hay que atar los intereses a la inflación y limitar también los intereses por mora. No puede ser que, con una inflación de un dígito o a lo sumo del 10%, los intereses por mora superen el 200.
Se trata de aplicar justicia y el sentido común en defensa de los trabajadores. Para eso, hay que modificar la base de cálculo de la mora. De esta manera, vamos a proteger a quienes toman un préstamo de ciertas prácticas abusivas y excesivas de las que muchas veces son víctimas.
En segundo término, como la usura se calcula sobre una tasa media bancaria, a esa tasa en mora se le aplica entre un 60% y un 85%, y luego se le suman los gastos administrativos y los seguros. Por lo cual, en algunos casos, la gente que tomó un préstamo y entró en mora, llega a pagar más de un 200 % de interés. Algo que me parece desde cualquier punto de vista, extremadamente abusivo.