El fallo del fiscal Alejandro Machado, de la Fiscalía Penal de Delitos Económicos y Complejos de Primer Turno de Uruguay, solicitando el archivo de la denuncia presentada por presuntas irregularidades en la construcción del megaestadio Antel Arena, ha causado enorme controversia, porque el representante del Ministerio Público aduce que “no encontró delitos” y justifica el gasto de cifras millonarias bajo las órdenes de la entonces presidenta de la empresa estatal de comunicaciones Antel, Carolina Cosse, entre los años 2010 y 2015, hoy intendenta de Montevideo por el izquierdista Frente Amplio.

El Antel Arena iba a costar en principio 40 millones de dólares y según los denunciantes terminó costando cerca de 120 millones de la moneda estadounidense, pero luego el fiscal Machado rebaja esa cifra y la sitúa en U$S 85.995.517.

Discriminación a los medios de comunicación

Pero lo grave, es que el fiscal uruguayo ningunea y discrimina a los medios de comunicación que dieron a conocer en su momento, los costos finales de la construcción de estadios similares en Argentina y en Colombia, los Movistar Arena, incluso más lujosos y con mayor equipamiento que el Antel Arena de Montevideo.

En su escrito, Machado expone: “Sobre el primero de estos puntos el denunciante señala, a vía de ejemplo, que el Movistar Arena de Argentina para 15.000 espectadores costó US$ 38 millones, según surge de Wikipedia. Por su parte, el Direct TV Arena para 15.000 personas tuvo un costo de US$ 21 millones, según surge de la web del diario La Nación. Agrega que el Movistar Arena de Colombia —15.000 espectadores— tuvo un costo, según informa Radio Caracol, de US$ 26 millones. Finalmente [el denunciante] concluye que el Antel Arena para 12.000 espectadores tuvo un costo de US$ 119 millones, o sea, ‘entre cuatro y cinco veces más que otros similares’. Lo primero que debe precisarse es que, a criterio del suscrito, ha quedado claro que el costo del Antel Arena no fue de U$S 119 millones, tal como afirma el denunciante”, asevera el documento.

Entonces, el fiscal Machado afirma que “no parece razonable ni riguroso determinar los costos de distintas obras realizadas alrededor del mundo a partir de fuentes de prensa como ser una radio, un diario o una página web como es Wikipedia”, escribió, desmereciendo el trabajo periodístico de medios internacionales reconocidos.

Para exponer nuestra discrepancia vamos a recordar el caso Watergate, donde una excelente investigación periodística terminó con el gobierno de Richard Nixon y que no fue precisamente una labor de los fiscales o de la Justicia norteamericana.

El caso Watergate se inició la madrugada el 17 de junio de 1972. La historia ampliamente conocida del robo de unos documentos en el complejo hotelero y de oficinas conocido como Watergate. Ahí estaban las oficinas del en ese entonces opositor Partido Demócrata. El robo fue encubierto por la administración del presidente Richard Nixon. También quisieron encubrir a las personas que habían perpetrado el robo. Terminaron todos presos

La investigación llevada a cabo por los periodistas del diario The Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, se convirtió en un ejemplo para el periodismo de investigación y años después, los llevó a que ambos ganaran el Premio Pulitzer.

Con ese ejemplo, entre muchos del trabajo exitoso del periodismo, no deja de causar sorpresa los dichos del fiscal Machado al referirse al caso del Antel Arena cuando cuestiona la comparativa realizada por los denunciantes (en particular la auditoría externa) sobre los costos finales de otros megaestadios similares construidos en otros países.

Con ese criterio, queda claro que The Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, jamás habrían sido escuchados, Nixon se habría salvado y los dos periodistas no ganarían el Premio Pulitzer por su investigación.

Luego el fiscal, asevera «Para adentrarnos en dicho análisis se debe exigir un mínimo de rigurosidad en la información manejada, es decir, deberíamos disponer de datos oficiales y comparar las características técnicas de las obras así como las economías de los países donde se realizaron las mismas».

Para comparar sin dudas los datos de las comodidades y servicios, solo hay que entrar en la página web oficial de los Movistar Arena de Argentina o Colombia, e incluso en el del Chile, que, sin dudas, para la Fiscalía de Uruguay, deben ser más fiables que los medios de comunicación internacionales.

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