Han pasado ya más de 11 días y nadie de la Asociación Uruguaya de Fútbol da un comunicado oficial, dejando claro lo que ocurrió en la concentración de la Selección Uruguaya para que ocurrieran ya a esta altura 22 contagios de Covid-19.

Dejemos claro inicialmente que no es el Ministerio de Salud Pública el organismo que debe dar ese comunicado oficial, ya que este Ministerio actuó como corresponde, primero verificando y luego haciendo saber que la AUF será multada en $650 mil pesos por haber violado el protocolo sanitario del Uruguay.

De acuerdo a las propias palabras del Ministro de Salud Pública Dr. Salinas, que dijo que esa foto que se viralizó de 9 jugadores celestes sentados pegados uno al lado del otro, rodeando un fuego encendido, es una prueba contundente de la violación del protocolo.

Vida

En la foto se pueden ver a los jugadores sin guardar las distancias de 2 metros solicitados y ninguno de ellos usando tapabocas.

También hay 2 o 3 jugadores con el mate en la mano, pero nadie puede sugerir y ni siquiera presumir que se estuvieran pasando el mate los unos a los otros.

Pero la violación del protocolo no solo ha quedado demostrada por la fotografía, debemos recordar que el partido se jugó el martes a la noche y el lunes de mañana se conocieron los resultados de los testeos realizados el día anterior, allí se pudo saber que habían 2 jugadores más con Covid-19, uno de ellos fue Luis Suárez, quienes se sumaron al primero de todos que fue el jugador Matías Viña.

Se presumió que Viña venía ya contagiado desde San Pablo por la gran cantidad de compañeros de su equipo brasileño Palmeiras que dieron positivos.

Todos nos preguntamos por qué no se aplicó el sentido común por parte de la AUF, que al conocer los positivos del lunes de Suárez y el golero Muñoz, debió inmediatamente realizar un nuevo testeo, cuyo resultado iba a estar antes del partido con Brasil el día siguiente.

De esa manera, seguramente varios jugadores hubieran dado positivo, como podría ser el caso de Diego Godín o Brian Rodríguez, que al día siguiente del partido ya se conocía que podrían estar infectados.

Sin embargo, no se hizo este testeo, seguramente, esto lo presumimos.

Para evitar que las fuerzas deportivas de Uruguay se vean menguadas para el partido con Brasil.

Si esto fue así, debemos decir que fue un exceso de irresponsabilidad por parte del Presidente de la AUF, el Economista Alonso, porque permitió que haya jugadores presuntamente infectados que fueran a la cancha a jugar el partido con Brasil.

Y por último, hemos esperado con indisimulada ansiedad que el Maestro Tabárez como líder del proceso celeste hiciera una conferencia de prensa para responder todas las preguntas y dejar en claro quiénes han sido los responsables directos de violar el protocolo celeste.

Personalmente creo que esta Selección y este proceso es simplemente un club de amigos, totalmente cerrado, con dos o tres líderes que dan las órdenes y los demás simplemente acatan las mismas.

Es inconcebible que una vez finalizado el partido y sin haberse realizado un testeo, los jugadores hayan quedado en condición de libertad absoluta para irse de la concentración.

La gran mayoría de ellos se fueron a la casa de sus familiares, estuvieron con amigos y después tomaron un avión para regresar a su lugar de origen en donde trabajan como futbolistas.

No quiero ni imaginarme la cantidad de personas que pudieron haberse contagiado por esta irresponsabilidad.

Seguramente Tabárez no va a hacer declaraciones ningunas y cuando haya una conferencia de prensa no les permitirá a los periodistas que están alineados detrás del proceso consultarles sobre este tema.

Lamentable desde todo punto de vista, quedando absolutamente claro que aquí hay una especie de mafia organizada que maneja la Selección celeste.

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