La delegación uruguaya de la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande lleva gastados 709 mil dólares en viáticos, si tomamos en cuenta las rendiciones de cuentas correspondientes a los ejercicios 2020, 2021 y 2022, desde que Albisu está en la presidencia del organismo binacional.
Esta suma ha crecido sostenidamente en el acumulado desde 2020 a 2022, pasando de 160 mil dólares a 709 mil dólares, lo que implica un aumento de más del 300% en gasto en viáticos.
Albisu vive en un universo paralelo de excentricidad y derroche de dineros públicos, pero como ya lo hemos mencionado anteriormente, el principal responsable de esta situación es el Presidente de la República.
Por otra parte, el gasto por día en viáticos tomando estos 709 mil dólares hace referencia a unos 24 mil pesos por día.
¡Sí, cada día!
Mientras muchos salteños trabajan duro para llegar a fin de mes, la delegación uruguaya de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande parece estar viviendo en un mundo paralelo de lujos y excentricidades.
A esto le tenemos que sumar los cupos de acomodados de Albisu y German Coutinho, que han aumentado la plantilla del personal de la Delegación Uruguaya y los gastos en sueldos, los cuales han crecido de forma escandalosa, 21 millones de dólares en gastos de personal.
No le podemos pedir mucho a un político perdedor como Albisu, que lo único que ha ganado en su vida política es ser edil departamental.
Una de las generaciones más perdedoras de la historia política del Partido Nacional de Salto desde el retorno a la democracia.
Carlos Albisu, el Rey del Fracaso Político, ha decidido que no es suficiente con despilfarrar dinero; también debe coleccionar derrotas políticas.
Como si estuviera en una competencia para ser el peor candidato del Partido Nacional en Salto, Albisu ha logrado acumular un impresionante historial de fracasos.
Sin duda que si la justicia interviniera en defensa de los uruguayos en esa represa transformada en un comité político de los Blancos y los Colorados, seguramente varios que hoy son estrellas, pasarían a ser simplemente reos en una cárcel.