Siempre hemos estado contra el sistema político profesional, creemos se trata de los grandes responsables de lo que Uruguay está sufriendo hace varias décadas.

También siempre hemos denunciado que los políticos en general tienen una especie de “Toma y Daca”, un idioma que solo ellos conocen.

Te doy y me das, o te doy y me quedas debiendo, todo orquestado, armado con inteligencia para lograr los objetivos generales y personales.

Vida

Muchas veces, hemos visto dirigentes de un partido que termina pasando a otro y nos preguntamos cómo puede ser.

Sin duda que no es por ideología, se trata de acuerdos que incluyen en muchos aspectos beneficios económicos.

Nos vamos a referir al ex Fiscal Gustavo Zubía, que un día apareció en los medios de comunicación ofreciéndose para ser político.

Incluso llegó a decir públicamente que acepta ofertas de todos los partidos menos el Frente Amplio.

Nunca habíamos visto algo igual a lo largo de tantos años de periodismo de investigación.

Ofrecerse directamente ante las cámaras de televisión no es nada usual.

Lo cierto que a Edgardo Novick le llegó el mensaje y se interesó en que Zubía se integre a su partido recientemente creado.

Y así fue que Zubía le hizo llegar sus pretensiones.

De acuerdo a la información que nos hace llegar una fuente muy cercana a Novick, el ex fiscal pretendía cobrar U$S 125.000 dólares por firmar su adhesión al Partido de la Gente.

Era verdad que se estaba ofreciendo al mejor postor como se rumoreaba.

Lo cierto es que Novick enterado de la cifra resolvió pagar esa voluminosa cantidad de dinero y el ex fiscal se sumaba con los bolsillos llenos a la orden del empresario millonario.

Zubía, que se jubiló de su trabajo en fiscalía, entonces pasó a ser político rentado por Novick, que creyó que con plata todo se resolvía en la política.

Luego Zubía fue siendo poco a poco la imagen del Partido de la Gente, hasta que Novick temía por su liderazgo y todo terminó en pelea y se fue para el Partido Colorado.

Pero antes de armar su grupo con el Partido Colorado, se le ofreció a Manini Ríos, pretendiendo ser el compañero de fórmula presidencial del General.

Esos son los grandes impolutos políticos nuevos, que prometen llegar a cambiar la forma de hacer política, y solamente llegan para acomodarse en un cargo legislativo y cobrar una fuerte suma de dinero por su participación.

Hace tiempo que le pedimos a Zubía una entrevista periodística en El Bocón, pero no hay caso, seguro que de este tema no puede hablar y por lo tanto nos ignora.