Por Gulliver Sanguinetti.-

 

Rocha, 13 de junio de 2021

Sr. Ignacio Ruglio:

 

Mi nombre es Gulliver Sanguinetti, C.I. 3.010.660-2, socio 217845 hasta hace un par de días, ya que en el corazón no me considero actualmente ser adherente a ese glorioso club. Antes que nada lo felicito, ya que en nuestro fuero íntimo todos queremos sobresalir en la vida.

Usted acaba de pasar a la historia. Podría hacerlo por muchas cosas. No crea que es por ser Presidente accidental del Club más grande del país. Tampoco lo es por los magros resultados deportivos, ya que debido a las pésimas gestiones y conducción de directivas integradas por gente como usted, lamentablemente ya tenemos una generación de jóvenes que se acostumbraron a perder y no existir en el ámbito internacional.

Solo nos queda el nombre y una pálida sombra del otrora glorioso aurinegro que tantas hazañas lograra llegando a ser distinguido como campeón del siglo XX. ¿Sabe cuál es su mayor logro?

El haber convertido el club en un comité de base. ¡Si regresaran a la vida el gran Gastón Guelfi, Washington Cataldi o José Pedro Damiani!

Mueren nuevamente, pero de vergüenza. El titular en los medios de información es: “Peñarol expulsa a Militares de la Dictadura y homenajea a terroristas que la propiciaron”.

Me imagino que por homenaje al difunto Fernández Huidobro, ¿usted leyó la historia más allá del verso que le vendieron?

La historia la escriben los vencedores y son quienes nos gobernaron hasta el 1 de marzo del año próximo pasado, pero esta historia yo la viví y no necesito que nadie me la cuente. Por favor vaya a la biblioteca Nacional y lea los diarios de la época.

Si la dictadura existió es porque a quien usted homenajea entre otros propiciaron la misma quebrantando la democracia durante años utilizando las armas para ello, cometiendo atentados con bombas, secuestrando y asesinando inocentes, etc. etc. etc.

¿A usted le suena el nombre de Pascasio Baez?, ¿Armando Acosta y Lara, Dan Mitrione, 4 jóvenes soldados cuyo único mal fue recibir una orden de ser custodias o cualquiera de las otras 70 víctimas reconocidas?, pienso que fueron más, siguiendo sus crímenes impunes hasta el día de hoy. Es muy posible que los homenajeados por la Directiva del club que usted preside (no quiero nombrarlo porque me causa dolor) hayan participado en alguno de esos crímenes aberrantes. Le pregunto ahora, ¿ustedes solicitan certificado de buena conducta a los asociados?, ¿tienen registro de cuántos asesinos, violadores o traficantes tienen como afiliados? ¿Van a hacer algo con los delincuentes antisociales que integran la famosa barra brava del club?, que en lugar de ese nombre debería llamarse barra de cobardes que participan en hechos aberrantes cobijados por un grupo de inadaptados aceptados por el club que usted preside. ¿Piensan borrar de los padrones a toda esa gente?

 

¡NO LO CREO, NO LE DA ALGO QUE SE LLAMA CORAJE!

 

Y si lo hace me retractaré inmediatamente y regresaré asociado a los colores de mis amores, pero no a su club de pésimos dirigentes que por ahora no solo no aciertan en nada, sino que incursionan en la parte más sucia de la política.

De todas maneras pienso seguir concurriendo al Estadio, cuando la situación sanitaria lo permita, con la única esperanza de poder cruzarme con usted y poder decirle unas cuantas cosas en la cara. Mirándolo a los ojos.

Pero lo que voy a decirle no le va a gustar y será más profundo de lo que en esta carta intenté decirle de la manera más educada posible.

Cordiales saludos.

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