Luego de conocer las llamadas del Ministro Germán Cardoso el coordinador de la Jefatura de Maldonado a lo largo de un año, donde le pide favores al policía, le solicita informaciones especiales, e incluso manda a su hermana a preguntarle informaciones reservadas de parte de él, es algo insólito que el fiscal Vaz no haya encontrado motivos para pedir la formalización por abuso de funciones del jerarca político del gobierno.
Dan un mensaje los fiscales muy feo, donde la población mira con asombro lo que pasó y con mucha tristeza que hayan validado el tráfico de influencias y el abuso de funciones que todos tenemos la presunción ocurrió.
Ahora, salen a defender a Cardoso los otros integrantes de la casta política Álvaro Delgado, Jorge Gandini y Gustavo Penades.
Sin duda que socios de Cardoso que con el poder de llamar a los medios para hacer declaraciones intentan influir ante la opinión pública, pero los uruguayos no son tontos y nos damos cuenta que ahora, esta invención errónea de Cardoso pasa a ser un nuevo privilegio de la clase política.
Se acaba de legalizar una acción inmoral.
¿Qué pasaría si un uruguayo común llama al tercero de la jefatura de Policía de Maldonado y le pide que le informe si una amiga de la señora se hizo la espirómetría?
Sin duda que termina preso por sinvergüenza y atrevido, pero el poder de un Ministro y los beneficios que se ministro logró para la carrera del policía todo lo pueden.
Vergonzoso, una mancha más al tigre del sistema político uruguayo.