El presidente del sindicato de OSE, Federico Kreimerman, aseguró que la decisión de imputar un delito de atentado especialmente agravado por encender una bomba de humo dentro del edificio central de OSE durante una manifestación en junio, “es un montaje político para desviar la atención”.
Dicho en forma informal, se pasó de nabo, creyó que la impunidad iba a ser su campanera y en esta oportunidad, la quedó.
La fiscalía aprovechó la difusión de lo ocurrido y lo mandó de cabeza a una responsabilidad penal.
Federico Kreimerman debió aceptar su error y disculparse en primer lugar, luego sí hacer su estrategia de defensa.
Los argumentos jurídicos de la defensa del sindicalista fueron notoriamente débiles, fundamentos que ningún juez va a tomar, para alterar el pedido de la fiscalía.
Le faltó reconocer su error y bajo qué circunstancias fue que se puso una bomba de humo, seguramente por allí podría estar mejor posicionado en un futuro juicio oral.
¿Qué hay por parte de fiscalía una clara intencionalidad de imputar? No tengo dudas que sí, pero también se la dejó picando y la metieron en un ángulo.
Si es condenado, el directorio de OSE lo va a destituir de la OSE, ya que tiene argumentos sólidos de ocurrir eso.
El sindicato no se va a quedar quieto aceptando esto, habrá muchos líos en OSE y los que van a pagar serán los usuarios, como siempre.