Parece que andan cerca, que están picando las balas muy cerquita, y entonces comienzan las dudas y los reproches.

Muy casualmente, a unas periodistas se les ocurre pedir informes por la ley de información pública, para saber específicamente cuanto se gastó o invirtió en publicidad en los cuatro años que Carolina Cosse estuvo presidiendo Antel.

Da para sospechar que 25 días antes de las elecciones que Cosse es candidata, y se pone primera en las encuestas, aparezca esa información, no sé, quizás es una casualidad solo.

Pero el tema cayó duro, conocer que tanto dinero salió de las arcas de Antel en publicidad sorprende inicialmente, y ver que duplicó lo que normalmente se invirtió anteriormente, ya despierta sospechas.

Pero, curiosamente, todas las críticas van dirigidas a la cantidad, y muchos intentan aprovechar para pegarle a Cosse.

La propia ex presidenta salió al cruce justificando esa cantidad y diciendo que gracias a esa cifra fue que Antel ganó muchísimo dinero.

Pero, aun no creo que hayan entrado en el real problema, que cuando se conozca, resultará indignante.

Saber perfectamente en que se gastó ese dinero.

Detalladamente cada dólar a donde fue a parar.

Al bolsillo de quién o quiénes fueron los 91 millones de dólares.

Cuándo en algún momento se pueda leer el detalle, las radios, los canales, los diarios y semanarios, revistas.

Que eventos patrocinó, sponsor de quienes fue.

Lo que se gastó en el exterior, en Montevideo y sus medios compañeros, en el interior patrocinando artistas afines a la presidenta.

Recién allí, se van a enojar muchos, pero será algo natural, algo hasta repetido, porque siempre ocurrió con total impunidad, que repartan el dinero de todos los uruguayos entre sus amigos y correligionarios.

Es tanta la impunidad, la siesta permanente de la justicia uruguaya, que mira casi sin pestañar, como nos roban en la cara, el fruto del esfuerzo de los uruguayos honestos.

Pero todos van detrás de la zanahoria de los 91 y no miran la repartija, incluso lo que pueden manotear algunos para el partido.

O quizás, solo quizás, parte de ese botín, sea el que pague alguna campaña electoral… por ejemplo esta.

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