Cuando habíamos dicho que el presidente había ligado mal, que tan solo a los 10 días de asumir le cayó la pandemia, lamentábamos que después de tantas estrategias y años de espera para ser presidente, se la cayó el mundo encima.

A un año de ese momento, debemos decir que el presidente y sus asociados revirtieron todo y encontraron la forma de utilizar el coronavirus para poder incumplir todas y cada una de sus promesas electorales.

Son unos fenómenos, sin dudas que son unos prodigios, encontraron el camino para tomarnos el pelo a todos y seguir haciendo política barata.

Es tan completa la estrategia, que son aplaudidos por su formidable manera de enfrentar el virus.

Agarraron las supuestas “conferencias” como una herramienta formidable para mentirnos en la cara.

Pusieron a un veterinario a decirnos resultados científicos, son profesionales de la mentira y la actuación.

El invento de las “perillas” va a pasar a la historia, son dignos de un guion de una película de ciencia ficción.

Nombraron a un grupo de científicos, alguno de ellos que tan solo es médico gastroenterólogo, para respaldar sus maniobras colectivas.

Los científicos, aplaudidos por la plebe, alimentando su ego y cumpliendo una función política encubierta.

Mientras tanto, el virus no estaba en el Uruguay, eran mínimas las chances de contagios, algo ridículo en cantidad y calidad.

El Uruguay fue el responsable con su naturaleza y la poca población, que hicieron el milagro que Luis se cargó a sus hombros.

Eligió algunos medios fachos de la Argentina para hacer parte de su actuación, con entrevistas que iban dirigidas a que los colegas de la vecina orilla, todos contra el kirchnerismo (elegidos a propósito), pudieran matar a Alberto Fernández al comparar el éxito de Luis y el fracaso de Alberto.

Todo pensado y orquestado, para darle trascendencia internacional al presidente.

De auditorías nada, de auditorías externas el Ministro Heber decía en Carmelo que no las van a hacer “porque son caras”, cuando en la campaña se mostraban como guerreros imparables que no iban a detenerse hasta tanto metan presos a los zurdos corruptos que señalaban en cada acto de campaña.

Sin dudas que nuevamente estamos ante un acuerdo entre políticos de no agresión, como ocurrió entre Sanguinetti y Lacalle padre, y entre los Blancos y Colorados con el Frente cuando asumieron el poder.

Ellos son una especie de Asociación para Delinquir, que tiene como estrategia mentir y prometer pueblo a pueblo y luego que lograron la banca, el Ministerio, el Ente, la presidencia, se cagan de risa de todos sin mirar el color político.

Detrás de la pandemia, y no por culpa de la misma, el Uruguay tiene 200.000 compatriotas que quieren trabajar, buscando un trabajo.

Gente de bien, honrada, de trabajo, que ni se les pasa por la cabeza salir a robar, esa gente está desamparada, no tiene futuro.

Hay en este gobierno 100.000 nuevos pobres y tampoco tiene que ver la pandemia.

Este muchacho puro marketing, le ha hecho creer a mucho más de medio Uruguay que la culpa es de Don Corona, mientras le da la derecha a los economistas que quieren recaudar y recaudar para poder mejorar el déficit fiscal sin importarles un carajo que hay 3 uruguayos que se suicidan cada día.

Y la mayoría de los uruguayos que no quieren vivir más, estaban deprimidos porque no tienen trabajo, porque ganan una miseria que no les permite darles a sus familias una vida digna.

Y este imbécil se va a la Paloma, y contrata un fotógrafo profesional para que le saque fotos cuando logra pararse en su tabla de surf. O hace jueguito con una pelota para mostrar su destreza ante mil cámaras de televisión y fotógrafos el mismo día que murieron más uruguayos por la plandemia y hubo 1500 contagiados.

Este mismo muchacho que aprovechó el momento de declarar emergencia sanitaria para aumentar las tarifas culpando el Frente Amplio de no haberlas subido antes.

¿Y si no hacía falta subirlas?

¿Y si usábamos los US$ 900 millones de dólares que dijo iba a ahorrar por año no tomando funcionarios públicos?

Nos prometió que iba a ser un gobierno de gran austeridad, pero repartió 540 cargos de asesores y puestos, con todos los partidos políticos, incluyendo al Frente Amplio.

Es por eso que digo que hay una Asociación para delinquir, no tengo dudas que ese delito se tífica fácilmente en este sistema perverso de los políticos profesionales.

Pero, cuando uno escribe algo así, me masacran con los comentarios, me dicen que me compraron los del Frente.

Focas de izquierda siempre hubo, ahora tenemos las focas de derecha.

En síntesis, nuevamente el sistema político profesional encontró la forma de seguir chupando de la teta del Estado, aun con un virus mundial, se las arregló para utilizarlo, y que le pidan una selfie cuando sale a la calle el presidente.

Si no se avivan los uruguayos, los resultados serán mil veces peores que el coronavirus.

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