El Senador Botana quiere presentar un proyecto de ley para que aquel que es formalizado con prisión o condenado, elija a qué cárcel quiere ir.

Una sería la actual, que reconoce no reincorpora a la sociedad a nadie, que hay hacinamiento, que es la universidad del delito.

La otra la que piensa construir y que tengan “confort”, puedan estudiar y trabajar, descontar de su pena por ser bueno.

¿En verdad piensa esto Botana?

¿O estaba alcoholizado?

El nacionalista explicó que cuando una persona ingrese al sistema carcelario deberá optar si quiere ir a “una cárcel de trabajo” para su rehabilitación a través del trabajo y del estudio, o si por el contrario, elige una cárcel común, “donde se fomenta el vagonetismo y termina siendo una escuela del delito”.

Semejante disparate es sin duda un intento electoral en campaña, una de las tantas barbaridades que dicen los políticos cuando se acercan las elecciones.

En lugar de mejorar nuestras cárceles, Botana se entrega y no le importa que se sigan matando, secuestrando en las cárceles.

Que se siga comercializando las drogas, las armas, que está repletas de policías corruptos y un director que trajeron desde el Frente Amplio y que ya había fracasado en su tarea de mantener el orden.

No le importa que las cárceles sean tierra de nadie, que sean manejadas por narcos y que desde las cárceles sigan cometiendo todo tipo de delitos.

Este senador pretende que el asesino, el violador elija si quiere volver a ser bueno y pueda ir a la cárcel que quiera.

Realmente me inclino que no estaba en su sano juicio cuando propuso en la prensa semejante disparate.

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