El líder sindical, periodista y político fue acribillado la tarde de ayer del 9 de agosto en la capital de Ecuador, luego de asistir a un mitin político que era parte de sus actividades proselitistas. El asesinato de Villavicencio ha conmocionado al país que se prepara para acudir a las urnas el próximo 20 de agosto.
En su último discurso, pronunciado en el coliseo Anderson al norte de la ciudad de Quito, lugar donde fue atacado y asesinado, Fernando Villavicencio arremetió en contra de sus adversarios con expresiones como las siguientes:
“El 20 de agosto, compañeras y compañeros, se decidirá entre la mafia y la patria. O triunfan los mafiosos o regresa la mafia. O la gente buena, los demócratas, la gente valiente, gana la batalla. Gana la patria. Esa es la gran esperanza que yo tengo. Si el 20 de agosto, la patria ganará. Ya es demasiado dolor el que han causado a este país en las últimas dos décadas. Demasiado dolor acumulado. Ríos de plata y de riqueza han ido a los bolsillos de delincuentes de cuello blanco, de guayabera e incluso de delincuentes de poncho, porque la corrupción no discrimina”.
“Yo estoy aquí porque quiero un país de libertades. Porque no quiero que a ninguno de ustedes les hagan en la casa lo que a mí me hicieron. No quiero que nadie más viva lo que yo viví, lo que vivió mi familia. La peor persecución que alguien haya sufrido. Y por eso yo no les tengo miedo. Porque la noche que allanaron mi casa y mi hijo de año y medio lloraba sin saber por qué podrían allanar su casa un martes, cualquier día, en la mañana. Pero allanar la casa la noche de Navidad, solo hace una persona enferma. Y ese tipo que hoy está prófugo, que nunca volverá a comerse un hornado en Sangolquí, es un hombre enfermo que solo puede generar compasión. Yo ya le gané. Ya le derroté. Por eso está sentenciado”.
“Y me siento orgulloso de que los delincuentes me odien. Sería terrible que los delincuentes me quisieran. Pero yo no les tengo venganza ni odio. Les tengo compasión. Y en nombre de todas las víctimas, en nombre de Jorge Gabela, en nombre de Quinto Pazmiño, en nombre de todas las víctimas de esa tiranía, vamos a derrotarles el 20 de agosto para que nunca más se atrevan a volver a hacer del poder un instrumento de persecución a la gente de a pie”.