Las cosas por su nombre, eso es lo que hemos hecho siempre, y no podemos dejar de analizar y difundir lo peor de la política.
En el podio de los tres peores representantes de la política está el ex intendente y actual senador Germán Coutinho.
Muy fácil de comerse la pastilla con Germán, porque es muy hábil, porque sabe mentir con gran convicción y hasta llega a llorar si es necesario.
Lo conocemos hace muchísimo tiempo y fuimos de los que también creímos que era un joven dirigente apto para cambiar la forma de hacer política, pero me equivoqué.
Es de lo peor que he visto, capaz de cualquier cosa, importando solamente su culo, dejando a todos tirados luego de apoyarlo, es de los políticos que usa y tira sin piedad.
Su gestión municipal fue desastrosa, y hasta sospechamos o podemos presumir que fue delictiva.
Los acomodos fueron por toneladas, sin importarle las finanzas municipales, fundiendo la comuna en forma poco creíble.
Llegando incluso a peligrar el pago de los salarios de los trabajadores.
Sin límites, Germán puede atropellar y abrazarse con cualquier delincuente con el único objetivo de sacar provecho propio.
Gran ingeniero electoral, que le permitió en esta oportunidad ser senador.
Nunca más será intendente, la gente en Salto despertó y se dio cuenta de quién se trataba.
Sigue acomodando gente en instituciones, no les importan nada, siempre sacando ventajas, como el que se denunció oportunamente que los que Coutinho acomoda le tienen que donar medio salario a su agrupación.
Raro que la justicia no haya tomado nota y un fiscal pueda investigar semejante denuncia realizada por una ex secretaria que renunció a su cargo.
