Cuatro mil comercios cerraron por la pandemia y no volvieron a abrir en todo el país.

Cifras oficiales. Almacenes, panaderías, zapaterías, boutiques, kioscos, librerías, supermercados, vinerías, veterinarias, etc, etc.

¿Por qué pasó esto?

En primer lugar hay que decir con claridad que ya muchos de ellos venían jugados, a punto de claudicar desde el gobierno anterior.

En segundo término, porque se paralizó la actividad, los uruguayos se metieron dentro de sus casas, 220.000 trabajadores fueron al seguro de desempleo cobrando solo el 60% de su salario y encerrados en sus casas.

Los alquileres, facturas de servicios de luz, teléfono, gas, cable, teléfono, aportes en el BPS, pago de DGI, IVA, combustibles, etc, siguieron igual, con alguna facilidad mínima para algunas franjas, pero no hubo exoneraciones de nada.

Las empresas unipersonales, recibieron en la factura de BPS durante tres meses 0 a pagar.

Pero esos tres meses fueron divididos entre tres y sumados a la próxima factura.

No hubo subsidios, descuentos, y menos aún exoneraciones.

El gobierno apostó a la economía ÚNICAMENTE, un fondo llamado de Coronavirus sumó millones y millones de dólares (nadie sabe cuántos), y se hizo cargo de las carencias en la salud que eran y son mayúsculas.

A través del MIDES se regalaron canastas y plata a los que supuestamente están más arruinados.

¿Cuál fue la idea, el proyecto, la inversión del Estado para crear fuentes de trabajo en pandemia?

Ninguna, nada, absolutamente nada.

La industria farmacéutica subió sus acciones en bolsa en cifras fabulosas.

Las farmacias se llenaron de plata, nos robaron con los precios, aprovecharon de las carencias y necesidades de la gente.

Nos cobraron el alcohol en gel más caro que el whisky escoses etiqueta negra.

Nos robaron con los precios de los tapabocas, ganando fortunas y marcando 1000% del precio de costo.

Nos robaron con los precios de los medicamentos, que los aumentaron en forma delictiva.

¿Y quién los controlaba? Nadie, absolutamente nadie nos protegió, se escondieron en la farsa de “la oferta y la demanda” y nos levantaron en la pata.

Mientras tanto como si fueran actores nominados al Oscar, las conferencias de prensa se realizaban como un verdadero show.

El presidente era agobiado por los medios del exterior como el gran responsable de los bajos contagios en el Uruguay.

El cuento de las perillas fue fantástico, realmente ese guion fue digno de un premio internacional.

Un veterinario nos pedía que usemos tapabocas, que no salgas de tu casa, que mantengas el distanciamiento, y que nos lavemos las manos y pongamos alcohol en gel cada 10 minutos.

Que este tiempo que estábamos ganando era fundamental para prepararnos en camas de CTI, en todo lo necesario para estar preparados para cuando llegue “la ola”.

La ola llegó y tenemos camas para 15 días más a este ritmo.

En el interior es la risa, departamentos que tienen en total 6 camas de CTI en su gran mayoría.

Y ahora ya no hay conferencias, hay videos caseros del presidente diciéndole a la gente que está pasando hambre, que hay cientos de ollas populares que resuelven el plato de comida a miles de uruguayos, que nunca les faltó un plato de comida, y el presidente les dice que  “estamos pensando en ustedes”.

Claro, pensar es gratis, deberían dar el ejemplo, donar un 30% de todos los salarios mayores a 100 mil pesos hasta tanto dure la emergencia sanitaria.

¿No mueve la aguja?

¿Y qué importa? Lo que si mueve es la sensibilidad de la gente al ver que ustedes, los que son empleados nuestros, se bajan sus salarios maravillosos que ustedes mismos se pusieron, por el tiempo que exista esta crisis.

Suspender por 6 meses el cobro de la tarifa comercial de UTE al sector más golpeado que son los comerciantes e industriales.

Eliminar el IVA y otros impuestos a una canasta familiar de alimentos para abaratar el costo de vida de la gente.

¿Y las grandes superficies? ¿Qué han aportado a esta verdadera emergencia?

¿Qué hicieron Devoto, Disco, Geant, Tienda Inglesa, etc.?

Para aportar a las campañas electorales les sobra, pero para no tener ganancia en los 40 artículos de primera necesidad no.

La hipocresía nos ha ganado a todos, y lo digo ahora, esto termina mal así.

Si no hay un cambio total de actitud por parte del gobierno, esto termina muy mal.

Un millón de uruguayos en el Clearing de Informes significa mucho, es la muerte civil de medio Uruguay productivo.

Un cóctel que va a explotar, desocupación, deudas impagables, falta de comida, y un gobierno insensible, que lo primero es no apagar los motores de la economía, y después seguir chupando de la teta del Estado.

El que juega con fuego, se puede quemar.

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