El día lunes pasado, se llevó a cabo la segunda audiencia del tribunal que tendrá que resolver el diferendo entre Defensor y Rentistas SAD por el pase del jugador Cristian Olivera.
Esos ya tristemente famosos 30% del pase de Rentistas a Almería que pretende cobrar los de Punta Carretas por el convenio firmado entre ambas instituciones cuando Olivera pasó a los bichos colorados.
En esta audiencia hubo testigos propuestos que declararon en persona.
Entre ellos los dirigentes de Defensor de la época, que fueron contundentes en sus dichos.
Mientras tanto, hubo momentos de nerviosismos cuando declaró el jugador, ahora de Peñarol, Cristian Olivera.
Como El Bocón dijo, hay firmas diferentes de Olivera en diferentes documentos.
Sus reconocimientos de firmas fueron infelices, y seguro le van a traer problemas futuros.
En muchos pases al exterior, hay jugadores que renunciaron a cobrar el porcentaje del 20% que les corresponden, con el propósito de que se haga la transferencia.
Otras veces presuntamente firman como que cobran, pero la realidad es otro, nunca cobran el dinero completo, pero firman como que lo recibieron.
De estos casos hay miles en la historia del fútbol uruguayo.
Ahora hay mecanismos financieros sencillos para comprobar si alguien dijo que cobró y no lo hizo, ya que las transferencias y depósitos bancarios están dejando en evidencia muchas cosas.
No sabemos en qué va a terminar esto, pero todo es muy turbio, desaparecieron como por arte de magia las copias de la sede de Defensor, de la sede de Rentistas y como si fuera poco, de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Solo una asociación para delinquir pudo hacer desaparecer al mismo tiempo el mismo documento de tres lugares diferentes.
Si no existiera el documento, no le hubieran ido a ofrecer a Defensor US$ 200.000 dólares por su porcentaje. ¿No?
No pudimos conocer más detalles, pero la gran interrogante es si Olivera reconoció sus firmas o no.