La fiscal de Tacuarembó Dra. Irena Penza (en la foto), de oficio, denuncia a dos periodistas de ese departamento, por sus críticas a un oficial del Ministerio del interior.
La denuncia está mal hecha, incurre en errores infantiles, no presenta las pruebas de grabaciones o medio gráfico.
Además pide una pena de un delito que no existe.
Difamación es un delito e injuria es otro delito.
“Un delito de difamación e injurias” no existe en el código penal.
Pretende aplicar “Real Malicia”, en una interpretación apresurada, que no le corresponde en esta instancia.
Los periodistas de La Kandela son independientes, y el medio es plural, siempre con opinión, pero dando amplias posibilidades de derecho a réplica siempre, lo que anula la pretendida real malicia.
La fiscal en la denuncia menciona que si los periodistas “se retractan”, adelantándose a la instancia obligatoria de posible conciliación.
El síntesis, una denuncia que jamás debió ser recibida y que a nuestro entender, tiene por objetivo amedrentar a los periodistas, amenazar con cárcel, y violar los elementales derechos a la libertad de expresión de los colegas.
Hay tantas cosas reales que deberían actuar de oficio los fiscales, que este intento insólito, de esta denuncia, parece un asunto personal de la fiscal denunciante.
Estaremos en la audiencia oral y pública para respaldar a los periodistas, que conocemos, y en el acierto o en error, siempre han actuado con la intención de informar y opinar.
Que no nos limiten el sagrado derecho de opinar con libertad a la prensa independientemente.