Finalmente, la denuncia presentada contra los periodistas de la radio de Tacuarembó LA KANDELA, por la Dra. Irene Penza, fue anulada por el juez de la causa, por ser absolutamente impresentable jurídicamente.
La Dra. Penza, fiscal departamental, asumió que el Ministerio del Interior y oficiales del mismo se sentían difamados e injuriados y presentó una denuncia por ley de prensa 16099.
¿Algo más insólito que eso puede ocurrir?
¿Es una burrada o una calentura que la llevó a cometer semejante error de interpretación de la ley?
No solo pretendió pasarle por arriba al derecho internacional de la libertad de expresión, y al derecho del periodista de informar y opinar; sino que demostró una ineptitud que asombra.
¿Esa ineptitud le permite seguir ejerciendo un cargo que puede llegar a definir la libertad de un ciudadano?
¿No es un peligro que esta fiscal siga manejando las leyes a su antojo o su desconocimiento?
Nos imaginamos que esto no va a quedar así, que habrá una investigación y posibles sanciones ejemplarizantes por los daños y perjuicios ocasionados a los periodistas, que debieron soportar el embate del poder de una fiscal desnorteada o despechada, que posiblemente ha querido vengarse con la real malicia que demostró, al presentar una denuncia totalmente tirada de los pelos.
Causa miedo que siga recibiendo expedientes esta fiscal y resolviendo la prisión de personas.