La crisis sanitaria que recaló a nivel mundial, ha dejado secuelas de consideración desde el punto de vista social, económico y político.
Y nuestro país no estuvo ajeno; desde el 13.03.2020 nuestro país fue declarado en emergencia sanitaria, según decreto 93/2020.- Las autoridades han venido gestionando la pandemia, al punto tal que hoy Uruguay es un referente mundial en tal sentido.
Ello se debe a que gran parte de nuestros conciudadanos han adoptado una conducta socialmente responsable, para sobrellevar los efectos del COVID-19, que como referimos viene afectando a todos quienes habitamos esta comarca; trabajadores, pequeños, medianos empresarios, trabajadores independientes, y otros trabajadores de economía no formalizada, que sustentan a diario sus familias.
Muchos vienen siendo los paliativos que el estado Uruguayo ha articulado, para sobrellevar esta difícil situación que afectó a todo el conglomerado social; les afectó el trabajo, y por ende sus ingresos; desestabilizando las economías familiares y empresariales.
Y, en medio de esta situación observamos actores promovidos por políticos denominados hoy de la oposición y algunos sindicatos alineados, y alienados, que de forma irracional han estado soslayando las disposiciones sanitarias, con falta de empatía por el otro; haciendo aglomeraciones; advirtiéndose que gran parte de los actores, contando con sueldos fijos, algunos proveniente del estado, han violentado las disposiciones sanitarias, y esto sin pensar en el otro, o en los otros, haciendo flaco favor al valor solidaridad, tantas veces invocado y pocas veces practicado, la mayoría ignorado tácitamente.
Ello nos lleva a razonar, que el haber gobernado por 15 años, confundiendo roles entre el gobierno nacional y otros actores, se han desdibujando los mismos, y se pretende hoy continuar confundiendo, profundizando una grieta que generaron, lo que los ciudadanos de fuste no debemos permitir.
De a poco estamos dispuestos, gente con buen criterio razonabilidad y sentido, a enderezar, situaciones dañinas, que ya fueron. Hoy, la gente pretende ver el reflejo de una nueva opción de gobierno, realizada en noviembre de 2019; la gente eligió cambiar la gestión y en ese sentido hizo otra opción; dado que en los últimos 14 meses previos a noviembre/2019 se gobernó en caos y como te dijo una cosa, te digo y hago otra.
Sabido es que cualquier gobernante, es gestor del ciudadano, y que, si no colma las expectativas de la mayoría de los conciudadanos, en función del interés general hay que hacer un cambio en la gestión; y ello a la postre fue lo que ocurrió.
Estos criterios también aplican para las próximas elecciones Departamentales, a celebrarse el día 27.09.2020, donde la gente está pidiendo a gritos, un giro en las gestiones departamentales, donde viene siendo gobernado por el FA.
Y, Paysandú, hoy tan disminuido merece la alternancia del poder, haciendo opción de una gestión del Departamento en forma oportunidad, eficiente y adecuada, en todos sus ámbitos de competencia: Administración, obras, turismo y desarrollo, para motivar a quienes habitan esta comarca y devolver al vecino gestiones de calidad tan necesarias.
En Usted está la decisión, en septiembre nos acompaña votando las listas 51.404 – 20404 y 404; para volver a ubicar a Paysandú en la vanguardia del desarrollo.