Ya hace años que es recurrente la misma historia, los aranceles que cobran los bancos en sus tarjetas de crédito son un robo a mano armada.
Los porcentajes de ganancia son absorbidos por los Bancos y sus tarjetas, que se llevan más ganancia que el propio dueño de una estación de servicios.
Los estacioneros protestan, buscan diálogos con los principales agentes del gobierno.
Con el secretario de presidencia, con el ministro de industria, con el de turismo, con directores de Ancap, algunos diputados y senadores, y hasta el propio presidente Lacalle Pou fue puesto en el tema.
La lógica dice que se podría haber arreglado con tan solo un poquito de buena voluntad.
Pero Álvaro Delgado apareció, vino, mintió, prometió y nunca más se apareció.
El Ministro Paganini hizo algo parecido a Delgado.
Lo cierto que mandan los Bancos en este tema, es muy simple, muy sencillo, el poder lo tienen los bancos que incluso sacaron de circulación a todos los que molestaban.
Este último capítulo es una vergüenza.
¿Nadie piensa en la Ancap?
Se quedaron sin combustibles varias estaciones de servicio de Maldonado y Punta del Este. ¿Por qué?
Simplemente porque nadie quiere cargar combustible un viernes, sabiendo que va a bajar el precio en 48 horas.
Cada litro que compre un dueño de una estación de servicios iba a perder 6 pesos por litro.
La solución era, como ocurre en los países más civilizados que nosotros, un día antes, los que carguen en la planta pagarán el precio nuevo, es decir que nadie pierde.
Pero los sindicatos aprovechan la oportunidad de conflictos para ir contra el Estado. Operaciones, solo eso, operadores que intentan de alguna manera hacer todo a la medida de sus bolsillos.
El papelón es grande, ver la desesperación de turistas argentinos buscando poner combustibles en sus autos, no solo es un desprestigio para el país, es un gran retroceso para todos los uruguayos.