Parecería que los candidatos a presidentes de Peñarol andan flojos de atributos personales y se tienen que apoyar en entrenadores que aseguran van a traer si ganan.
Lo de Damiani con Diego Aguirre es realmente vergonzoso, no largó su candidatura hasta tanto Aguirre le dijo que sí venía a dirigir a Peñarol.
Es tan magra la imagen de Juan Pedro que tuvo que pagar encuestas y convencer no solo a Aguirre, sino que también algunos dirigentes con Tealdi por ejemplo, para tirarse al agua.
Lo curioso es que otro candidato dijo que ellos habían hablado antes con Aguirre y que también era su candidato.
Entonces Damiani le pidió a Aguirre que aclare que solo viene a Peñarol si gana Damiani.
¿Así que si no gana Damiani quiere decir que Aguirre no viene?
Es tan pesero Diego que viene igual, ¿mirá si va a dejar el club que estaba para quedarse sin cuadro?
Lo cierto es que Diego Aguirre por un lado y Pablo Bengoechea por otro, están jugando sus propias elecciones.
No se logra otra cosa que profundizar la división de dirigentes que hay.
El propio Damiani divide, su sola presencia ya es motivo de discusión y son acciones que luego no se pueden recomponer.
Ahora, Diego Aguirre a pocos días antes de las elecciones dice que si gana Damiani será el técnico y además, como si eso fuera poco, comienza a dar nombres de jugadores que vendrían a jugar a Peñarol si él es el entrenador.
Una bajeza mayúscula, un manoseo de nombres que da asco. Creen que el socio es estúpido, que los va a votar porque dice que va a traer a Campaña a atajar en Peñarol.
Damiani siempre ha sido un vende humo, y no es otra cosa que un perdedor crónico, que llevó a Peñarol a la ruina económica, ganando dinero como prestamista al mismo club, que dice querer tanto.
Que gane cualquiera, pero que no gane Damiani, que con eso los socios de Peñarol van a matar dos pájaros de un solo tiro; sacan a Damiani y se salvan de Diego Aguirre.