Germán Cardoso era el secretario general del PC cuando salta lo del cambio Nelson, año 2017.
El dueño del cambio era el hijo de Wilson Sanabria, caudillo colorado de Maldonado, Francisco Sanabria, cuñado de Cardoso y su suplente en diputados, le financió toda la campaña con la joda del cambio.
Lo hicieron renunciar a la Secretaria General del Partido en aquel momento.
Hace poco tiempo, las llamadas al jerarca policial corrupto de Maldonado por «asuntos personales» pidiendo favores, inexplicablemente sin consecuencias judiciales, rápidamente tapado.
No es la primera vez que parece muerto y sale de nuevo, es el ave Fénix.
Lo impresentable es que lo hayan nombrado Ministro, tan impresentable como la designación de cangrejo rojo, otro muerto resucitado.
Quien es el personaje que está detrás de todo esto, sí, el mismo, el Padrino, Julio María Sanguinetti, el sepulturero del Partido Colorado.
Seguramente Cardoso volverá al Parlamento, allí seguirá haciendo lo que aprendió de jovencito con su ex suegro.
Acuerdos, privilegios, manejos mafiosos, cobros de viáticos y partidas truchas; que solo son sueldos encubiertos.
Este “Delfín de Sanguinetti”, es simplemente uno de los pocos supervivientes de la mafia de “El Padrino”, solo que le salió fallado.
Y un comentario especial para Luis, nuestro presidente.
Es sin duda, un representante muy especial de la “Mafia Política”, que sabía, que para llegar a presidente, debía comerse todo tipo de sapos.
Abrazarse con verdaderos delincuentes, hacer acuerdos delictivos, y prometer miles de cosas, que sabía perfectamente nunca cumpliría.
Así mismo llegó a gobernar el Frente Amplio en el 2005. Destapando tarros sucios de los Blancos y Colorados.
Pero, cuando la gente se creyó que querían gobernar para CAMBIAR; fueron incluso peor que los anteriores.
Perfeccionaron la joda.
Legalizaron la corrupción.
Mantuvieron la política económica neoliberal que tanto rechazaban de los partidos tradicionales.
Se convirtieron en el tercer partido tradicional.
Es por eso que el Uruguay hoy está fundido. Con una deuda externa impagable.
Con 200.000 jóvenes entregando currículum en busca de un empleo mal pago.
Con 180.000 jubilados y pensionistas cobrando una indecente y miserable mensualidad.
Y 600.000 compatriotas mal llamados “ocupados”, cobrando menos de 20.000 pesos por mes.
Mientras esto ocurre, un Senador recibe 14.000 pesos POR DÍA, lo que medio millón de trabajadores y jubilados cobran POR MES.
Los enemigos, son los políticos profesionales, son los que le han arruinado la vida a cientos de miles de compatriotas.
Son ellos que destruyeron la economía del país.
Son los que han engordado el Estado metiendo cien mil correligionarios amigos como funcionarios públicos indecentemente e innecesariamente.
Son ellos, los que disfrutan la vida, viajan por el mundo, se alojan en hoteles de lujo y frecuentan restaurantes especiales, todo con EL DINERO DE LOS IMPUESTOS QUE NOS OBLIGAN A PAGAR DÍA A DÍA.
Los uruguayos creen que los logros personales solo serán resueltos si un político nos ayuda a lograrlo; y por eso caen en actos de corrupción.
Venden sus votos o los canjean por algo…
Por una changa en una intendencia.
Por un lugar en un hogar estudiantil.
Por un trámite para sacar una jubilación.
Por un pedido en comisión.
Todo corrupción, todo joda, todos delincuentes, que deberían estar en una cárcel condenados.