Ha pasado ya un año desde la última Elección Nacional y hoy queremos hablar sobre la desaparición política de quien fuera Senadora de la República, la Sra. Verónica Alonso.

Quizás este comentario habría que iniciarlo con una pregunta… ¿qué fue lo que hizo mal Verónica Alonso para que la borren del sistema político profesional?

Y después de esta interrogante podemos transitar algunos caminos que nos puedan llevar a responderla de la mejor manera posible.

Recordemos que Verónica Alonso comenzó abruptamente en la política electoral junto al Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera y Francisco Gallinal.

Muchos comentaron en aquellos momentos al comenzar a ver a esa mujer joven, morocha en los carteles de las columnas de Av. Italia y tantos otros barrios, que ella era de una familia de muchísimo dinero y hasta algunos se animaron a decir que había “comprado ese lugar en la Lista”.

Luego transitó en distintos grupos del Partido Nacional, habiéndose peleado con Francisco Gallinal, a pesar de la amistad y los negocios que el ex Senador tenía con el esposo de Verónica Alonso.

Así fue que Verónica llega a integrarse al sector que lidera Jorge Larrañaga, me refiero a Alianza Nacional.

De allí en más, su militancia y protagonismo fueron en aumento hasta que había que integrar la lista al Senado de Alianza Nacional y nadie sabía en qué lugar de la misma iba a estar Verónica.

Se habló mucho que ese tercer lugar en el Senado que corresponde por Ley a una mujer, lo ocuparía la Dra. Ana Lía Piñeyrúa, pero finalmente y ya sobre el vencimiento de los plazos, apareció en la lista detrás de Larrañaga, quien por supuesto iba en el primer lugar, Carlos Moreira en el segundo lugar del Senado y Verónica Alonso en el tercer lugar.

Fue así que logra llegar al Senado de la República y cumpliendo una dignísima actuación en la Cámara Alta durante los años que allí estuvo.

Quizás el primer error estratégico de Verónica Alonso, fue alejarse de Larrañaga y formalizar su propio grupo a nivel nacional, intentando llegar a la candidatura Presidencial en las Internas del Partido Nacional.

Fueron muchos los referentes de todos los sectores que hablaron con ella para que desista de esa actitud, pero ella se mantuvo firme intentando armar rápidamente una estructura política nacional.

Ya cerca del final de los plazos y al ver que su candidatura no progresaría, comete el segundo error estratégico, unirse a la candidatura de Juan Sartori.

Recordemos que cuando llega Sartori a su candidatura presidencial en la interna del Partido Nacional, absolutamente todas las voces de los viejos blancos y líderes de los grupos fueron contrarios a la misma.

El propio Lacalle Pou no estaba de acuerdo con esa candidatura Presidencial, pero hubo otros más duros, como por ejemplo Jorge Gandini, quien prácticamente agredió con sus palabras la candidatura de Juan Sartori.

El Intendente de Cerro Largo y Jorge Larrañaga tuvieron también opiniones absolutamente negativas y quien es hoy el Presidente del Directorio del Partido Nacional llegó incluso a pararse delante de Sartori en algún acto oficial en forma totalmente agresiva.

Es decir que Verónica Alonso se unía a todos los viejos candidatos Blancos.

Luego el propio Sartori fue quien se encargó de usar a Verónica y posteriormente dejarla de lado, luego de absorber los votos que podría tener ella.

También hay que decir que en un momento dado Verónica Alonso fue traicionada por el Diputado Dastugue, quien fue un invento de ella al hacer sociedad con el Pastor Márquez y lo sacó Diputado los 5 años anteriores.

Tenemos entendido que Verónica en un momento quiso también ser candidata a Diputada en su propia agrupación, pero Dastugue no dio marcha atrás y se quedó con ese lugar, que a la postre lo transformó en electo Diputado por la Lista de Juan Sartori.

Como ven ustedes fueron muchos los errores cometidos por Alonso y que la mafia del sistema político se la iba a cobrar de cualquier manera.

Es por eso que el Presidente Lacalle Pou, quien repartió 540 cargos de particular confianza entre todos los partidos y agrupaciones políticas del país, no tuvo en cuenta para nada a Verónica Alonso.

Hoy ella está afuera del sistema político, pero como la conocemos, seguramente está pensando y armando su estrategia para volver al ruedo en los próximos comicios.

Ahí tienen ustedes un ejemplo claro de lo que ocurre con quien no tiene los códigos mafiosos que manejan en el sistema político profesional uruguayo.

Hasta el propio Edgardo Novick recibió cargos públicos, pero Verónica Alonso, quien pertenece al Partido Nacional, fue dejada absolutamente de lado, sin dudas que para demostrarle quién manda en el Partido Nacional

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