Santiago González y otras personas ocultaron detalles de la muerte de Larrañaga.
Con el mayor de los respetos, este relato de Santiago González y de la doctora Cedrés, está mal contado, no nos cierra y no es creíble.
¿Por qué no llegó inmediatamente la emergencia móvil al lugar donde murió Larrañaga?
¿Por qué Santiago González llegó antes que la propia emergencia?
¿Por qué el relato de la doctora Cedrés crea muchas dudas y sospechas?
Si el Ministro se siente mal, si le alcanza su celular a la Dra. Cedrés, y le dice que se siente muy mal, lo lógico, es que llame a la emergencia móvil por más que Larrañaga le diga que llame al chofer.
En la entrevista a la doctora Cedrés en “La Diaria”, esta señora dice varias cosas por lo menos la podemos calificar de raras.
¿Amiga? ¿Hermana mayor?
Y lo que realmente asombra fue su dicho:
“Me metieron en mi cuarto y no vi más nada, y si hubiera visto, tampoco lo iba a comentar”
¿No les parece por lo menos raro?
¿Qué no vio? ¿Qué podía haber visto? ¿Qué no iba a comentar aunque lo hubiera visto?
Esta señora era conocida de Santiago González, que vivió en ese mismo edificio.
Si la Doctora Cedrés hubiera llamado a la emergencia y les decía que era el Ministro Larrañaga, no dudo que en cinco a siete minutos hubiera varias emergencias en el lugar. Sin embargo, llamó al chofer, que llamó a Santiago González que resolvió ir al lugar. ¿Cuándo llamaron a la emergencia? ¿Después que González llegó al apartamento de Cedrés llamaron a la emergencia?
Nada de esto se contó, todo es secreto y los relatos, son poco creíbles.
¿ESTABA LARRAÑAGA REALMENTE EN EL APARTAMENTO DE LA DOCTORA CEDRÉS?
Hay una línea de investigación que estamos intentando seguir más a fondo.
Nos dicen que Larrañaga pudo no haber estado en el apartamento de la Doctora Cedrés y que estaría en ese edificio pero en otro piso y que allí murió.
¿Cuál fue el médico que certificó la muerte del Ministro por paro cardiorespiratorio?
Esta información no aparece y hemos chocado con un muro de silencio cuando intentamos saber eso.
Lamentablemente hay una especie de pacto de silencio de los protagonistas, nadie quiere ampliar la información que tiene innumerables interrogantes.
¿Se prestó la doctora Cedrés a ser cómplice de una situación y mintió al decir que el Ministro estaba con ella cuando murió?
¿El señor Santiago González ocultó el lugar del fallecimiento y por eso tardó en llamar a la emergencia?
¿Qué pasó realmente en ese edificio?
Nuestras informaciones llegan a presuntas situaciones no muy claras, pero que las declaraciones de González y Cedrés abonan.
¿Por qué no hubo autopsia?
Es la regla de Oro, más aún tratándose de un Ministro de Estado.
¿Quién resolvió que no se hiciera una autopsia que pueda certificar la causa de la muerte para no dejar dudas?
Para mí, hay algo que no se puede saber, hay algo que hay que ocultar de esta lamentable muerte.
Larrañaga había tenido en dos oportunidades que hacerse un stens en sus arterias porque las tenía tapadas.
También fue otra cirugía en su rodilla con una operación de meniscos, de ahí su renguera.
Y el gran dolor de la columna que lo llevó a Buenos Aires para realizarse una intervención.
Esa operación fue muy polémica, ya que declaró que se la hacía en Argentina porque en el Uruguay no se hacen ese tipo de operaciones. Luego el sindicato de cirujanos uruguayos declaró lo contrario.
¿DÓNDE ESTABA LA CUSTODIA?
Es muy raro que la custodia de Jorge Larrañaga no estuviera en el lugar donde murió.
¿Por qué no estaba?
Simplemente porque el Ministro había querido que no esté.
Eso nos dicen extraoficialmente, la orden era que el Ministro estaba en una tarea particular y no oficial.
¿Más raro aún verdad?
Muchas personas nos han preguntado si a Larrañaga lo mataron…
No puedo asegurar que no haya ocurrido, no se puede descartar por esa falta de relato y los detalles.
Personalmente no creo que se trate de un crimen, lo descarto, pero, tengo mis sospechas muy fundadas, que algo pasó, que resolvieron cambiar la situación y contar algo que realmente no pasó. Se hizo un gran silencio en complicidad de alguna prensa importante.
No es muy difícil señalar a Santiago González como el autor intelectual del relato. Pero reitero, no me alineo en que se trata de un crimen, pero algo oculto hay.
Hay algo que los amigos de Larrañaga no quisieron que salga a luz.
Y ese motivo, es el mismo, que impidió una autopsia, que era realmente necesaria y casi obligatoria.