Desde hace unos meses atrás fue un impacto conocer que había una gran cantidad de hombres, la mayoría de ellos respetables socialmente, empresarios, políticos y hasta ex jueces; que estaban en la mira de la fiscalía de Maldonado.
El motivo, haber mantenido relaciones sexuales o promesas de ellas, con mujeres menores de edad, a cambio de una retribución en dinero u otra cosa.
Lo cierto es que todo comenzó por la muerte de una chica, cuya investigación llevó a que se presentara una denuncia de la madre de una de las menores que ejercían la prostitución en una página de encuentros íntimo.
Y allí empezó a conocerse a través de los teléfonos celulares de las menores, los chats y los contactos con hombres que mantenían relaciones sexuales.
Las detenciones comenzaron y hoy ya hay unos 30 hombres formalizados por ese presunto delito.
La sociedad, que es muy hipócrita, armó el tal escándalo, sorprendidos por los nombres que trascendieron, difundieron en redes sociales y medios de comunicación la información.
Incluso se buscó hacer política al querer vincular a la candidata a Intendenta de Montevideo Laura Raffo con un ex compañero de trabajo que fue formalizado, en un claro objetivo de escrache político, algo que era totalmente falso.
Y siguen cayendo los hombres, que en forma poco creíble, muchos de ellos a sabiendas que eran menores, igualmente pagaron por sexo.
La mayoría de los imputados declaró que no sabía que eran menores, algo que sin ir a si es verdad o mentira (a algunos se les probó que sabían la edad de las chicas), no es motivo de salvarse.
Igualmente yo me pregunto algo que no he leído en ningún lado.
¿Y las menores que ejercían organizadamente la prostitución no merecen castigo? ¿Son solo víctimas?
Porque si se exponían en las redes y las páginas sexuales desnudas ofreciendo sus cuerpos, creo que eso está mal ¿verdad? ¿Y los padres de esas chicas? ¿No tienen responsabilidad alguna?
Reitero mi rechazo a los hombres que abusaban de ellas a sabiendas de su edad, pero también me pregunto si esa forma de alentar a tener sexo con ellas no merece castigo.
Quizás se enojen conmigo por pensar de esa manera, pero es algo que me pregunto siempre que ocurren estas cosas.
Ahora en el Carnaval, parece que se abre otra Caja de Pandora sexual con menores.
Seguramente muchos nombres aparezcan, ya que hay muchos uruguayos hipócritas, que critican y critican, pero en sus vidas paralelas hacen lo que tanto critican.