En la Tienda Inglesa de Avenida Italia y Bolivia, hay dos máquinas para sacar los estados de cuentas, y los recibos para pagar la tarjeta de la Tienda de Scotiabank.
Allí los clientes imprimen sus estados de cuentas, para luego abonar en los locales de pagos de Abitab o Red Pagos.
En la mencionada casa central de la Tienda Inglesa mencionada, en las dos máquinas se habían terminado las hojas, por lo que no se podía imprimir.
Una funcionaria cuando un cliente pretendía imprimir, la mandaba a la administración.
Allí otra funcionaria le decía que no había nadie que supiera reponer las hojas, que la muchacha que lo hace no estaba, y te ofrecía darte solo la cifra y el vencimiento de lo que debías pagar por el uso de la tarjeta.
¿Será posible que sea ese el motivo por lo cual no reponían las hojas?
¿Algo tan sencillo como reponer hojas no había nadie capacitado para hacerlo?
En realidad, desde que Henderson vendió la empresa, todo se transformó y pasó de ser una empresa ejemplo en calidad de sus productos y de atención al cliente; en una simple TA-TA o Geant, de medio pelo para abajo.