Es muy vieja y conocida entre economistas, la estrategia del atraso cambiario para evitar aumento de la inflación.

Siempre lo manejaron en los 15 años de gestión económica del Frente Amplio, de la mano de Danilo Astori.

Una trampa que siempre, indefectiblemente, tiene un final muy triste.

Vida

Las exportaciones han ido descendiendo mes a mes desde hace dos años.

Las protestas hasta ahora han sido tibias, pero ahora se incrementan ya que estamos perdiendo terreno en muchas plazas.

Nuestros precios internacionales, al tener que ser aumentados por tener un dólar a 38 pesos, cuando en realidad tendría que estar casi a 50 pesos, ya pasan a no ser competitivos y se pierden buenos clientes.

Muchos exportadores guardan sus mercaderías en grandes galpones, a la espera de mejores precios del dólar.

Pero lo cierto, es que las exportaciones han sido desde siempre, la principal fuente de ingresos y de trabajo en Uruguay.

Hoy aparecen noticias casi insólitas, como el Frigorífico Carrasco que adelantó las licencias a sus 600 trabajadores, por falta de agua potable para su tarea.

Alfie y Arbeleche le han asegurado a Lacalle Pou una muy buena imagen en el exterior, pero lo están enterrando en su imagen dentro de nuestro país.

Lo peor, que el atraso cambiario seguirá forzado hasta el próximo gobierno, que tendrá que hacer un ajuste o desaparecer del contexto internacional.